1. La amiga de mi cuñada


    Fecha: 28/09/2021, Categorías: Infidelidad Autor: afuentes, Fuente: CuentoRelatos

    ... interrumpí la sesión de besos.
    
    - ¿Qué pasó?... (Preguntó Lucía)
    
    - Nada, voy a pedir unos condones a la habitación.
    
    - No hacen falta, no soy… mmmm fértil.
    
    - Por eso Antonio y yo no tenemos hijos. Si te hace sentir más cómodo pídelos, pero no hacen falta.
    
    La sola idea de tener sexo a pelo me nubló la mente, sin voluntad regresé donde Lucía y la besé aún con más pasión. Su perfume me enloquecía, su forma de besar era deliciosa, de pronto pasé de su boca al cuello y finalmente a su escote. Quité la blusa a Lucía y después su brasier, sus pechos saltaron, eran literalmente dos melones con pezones rosas, sin dudar me abalancé sobre ellos y comencé a lamerlos sin reparo, mientras lamia y mordisqueaba uno manoseaba el otro y viceversa. Lucía se dejaba hacer, hasta que interrumpió mi tarea para exigir su turno.
    
    - Yo también quiero chuparte.
    
    Diciendo esto, desabotonó mi camisa y se encontró con mi pecho y mis pezones, al igual que como yo lo hice, ella se abalanzó sobre mí para comenzar a lamer y a mordisquear. Lo hacía con maestría, era muy sensual su forma de acariciarme, por primera vez se me puso dura la verga con ese tipo de caricias en mis pezones. De pecho bajó a mi vientre y a mi ombligo, desabrochó el cinturón y era obvio lo que seguía, le ayudé quitándome el cinturón y desabotonando mi pantalón, Lucía simplemente bajó un poco el bóxer y mi palo saltó frente a su cara.
    
    Yo me acomodé en el sillón y ella se puso de rodillas frente a mí, metió mi verga en ...
    ... su boca y comenzó un delicioso sexo oral, lamía con rapidez, pero sabía el momento justo para hacer presión con los labios e incrementar el placer. Cuando dejaba de mamarme, era para lamer mis testículos y para meterlos en su boca, yo sentía que de seguir así iba a terminar, pero entonces Lucía se puso de pie, desabrochó su pantalón, lo bajó junto con la tanga y cuando los tenía casi a las rodillas se puso en cuatro puntos en el sillón.
    
    - Ya cógeme, no aguanto, te necesito dentro.
    
    Yo solo miraba aquel enorme trasero, listo para ser tomado por mí, sin poner objeción me puse de pie y bajé mi pantalón también a la altura de las rodillas, me coloqué detrás de lucía y con mi mano derecha palpé su entrepierna, estaba muy mojada, le abrí un poco las nalgas y apunté con mi palo erecto justo en su vagina y comencé a darle estocadas profundas, la tomé con firmeza de las caderas y la embestí con todas mis fuerzas, ella solo rebotaba en el sillón y el volumen en sus gemidos era la forma de saber qué tipo de intensidad era la que más le gustaba a mi ahora amante.
    
    Comencé a sudar y empapé las grandes nalgas de Lucía, ella por su parte acompañaba con cadencia mis movimientos, me excitaba estar así con ella, con los torsos descubiertos y los pantalones casi a las rodillas, con los zapatos puestos.
    
    Cogerla a pelo era delicioso, sentir su calor y su humedad directamente en mi verga, no usar condón hacía mil veces más placentera la experiencia.
    
    - Me voy a venir amor.
    
    - Lléname ...
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