1. El día en que me masturbaron en un laboratorio clínico


    Fecha: 27/09/2021, Categorías: Masturbación Autor: inolhost, Fuente: CuentoRelatos

    ... un aparato fenomenal debido a la excitación que provocaba.
    
    Notaba también la expresión que tenía Paulina ya que, al estar en esta situación, no le quedaba otra más que mirar el procedimiento y, por ende, a mi miembro erecto, el cual no tardó mucho en comenzar a expulsar una buena cantidad de líquido pre seminal. Después de unos cuantos minutos, mientras con una mano la enfermera continuaba sujetando el dispositivo, con la otra se las ingenió para quitar la tapa del otro pequeño frasco estéril que estaba justo al lado, en el cual yo iba a depositar el semen. Entonces alzó la mirada recordándome:
    
    -No se te olvide avisarme, por favor… -Respondí sin decir nada, únicamente asintiendo con mi cabeza y con los ojos entreabiertos mientras respiraba de manera un poco agitada y acelerada. Comencé a gemir tratando de ser lo más discreto posible, sin embargo, el placer que recorría mi cuerpo cada vez iba haciendo que dejara de preocuparme por lo que pensara Paulina o porque alguien me escuchara fuera de la habitación. Después de unos minutos sentí una satisfacción indescriptible que hizo que soltara un gemido muy singular, el cual Paulina inmediatamente notó alzando su mirada hacia mí.
    
    Esto provocó que los pensamientos pervertidos de hace un momento resurgieran esta vez con más intensidad. Ahora contemplaba a Paulina todo el tiempo, pensando nuevamente en lo hermosa que era, en sus colosales nalgas, en sus pequeños pero seguramente insaciables pechos y en todo lo que hacía que ...
    ... luciera tan deseable.
    
    No sé cuánto tiempo pasó, pero hubo un momento en el cual experimenté una intensa corriente por todo mi cuerpo, comencé a apretar los dedos de mis pies y a presentar pequeños temblores en las piernas. Mis gemidos eran cada vez más fuertes y en mi miembro surgían intensas palpitaciones.
    
    Creo que Paulina intuyó que iba a correrme porque mientras ocurría esto se las arregló para colocar el frasco abierto apuntando a mi glande antes de que yo le avisara. Fue entonces que, sólo unos segundos antes de correrme, finalmente exclamé a manera de susurro y de forma corta:
    
    -¡¡¡Yaaa!!! –Mis gemidos resultaron muy intensos y es que el placer que sentí era tanto que no me preocupé en absoluto porque incluso alguien fuera de la habitación me escuchara. Tal orgasmo parecía no tener fin pues yo sentía cómo expulsaba chorros y chorros de semen al mismo tiempo que mis piernas continuaban temblando y mi cuerpo se contraía involuntariamente. Pude ver también una ligera expresión de asombro por parte de Paulina mientras eyaculaba por toda la cantidad que había salido, y es que se había llenado casi medio frasco.
    
    Al finalizar, al mismo tiempo de que mis gemidos comenzaron a cesar poco a poco, Paulina se cercioró de que todo el semen había sido recogido. Posteriormente apagó el dispositivo y me lo retiró cuidadosamente.
    
    A pesar de todo lo anterior, yo continuaba presentando una excitación tremenda y esto lo comprobé, ya que sólo segundos después pude notar una ...