1. Doña Clara y su criada Celia


    Fecha: 27/09/2021, Categorías: No Consentido Autor: Thotem, Fuente: CuentoRelatos

    ... parado en seco, vio como sacaba su pene de la vagina de su criada, el coño de Celia goteaba semen. Celia parecía un ser sin peso, sus ojos en blanco. La voz del capitán fue tajante:
    
    —Siguiente, procedan.
    
    La desnudaron el ex presidiario Sulango y el joven Tarasio, quedo completamente desnuda, sus senos eran grandes y algo caídos, no iba rasurada.
    
    —Para su edad es una buena yegua, el tetamen algo caído y lleva mata de pelo en su coño, tendremos que arreglar eso —dijo Tarasio con ojos voraces.
    
    Tarasio la agarro por la espalda mientras Sulango pasaba una cuerda haciendo un nudo corredizo en cada seno, quedando unos pechos atados y tensionados.
    
    Fue tumbada sobre la mesa hasta el borde y atadas las manos con los brazos extendidos. Y las piernas abiertas también atadas, pero con un margen no muy tensionado de las cuerdas, para que pudieran tener movimiento arriba y abajo.
    
    Sulango se quitó la ropa, su miembro erecto de dimensiones considerables se acercó a la cara de doña Clara y le restregó el glande por la nariz, los ojos, la frente y las mejillas. Por su parte baja doña Clara notó que le hurgaban sus conductos.
    
    —¡Tiene el culo cerrado la hijaputa! —exclamo.
    
    A doña Clara le fue introducido el miembro en su boca, no podía apartarla, le faltaba la respiración, Sulango la dejo que cogiera respiración, miró a su compañero, el cual había ido a por la manguera. Doña clara aterrada vio como era introducida en su ano y no tardo en sentirse llena, su barriga se ...
    ... hincho. Sulango no dio tregua, le volvió a introducir el miembro en la boca, lo volvió a sacar para que respirara, su esfínter le estallaba, la manguera ya no sacaba más agua pero estaba estancada en el conducto anal sin dejar que ella la expulsara. Tarasio empezó a bramar, la saco otra vez y le restregó los testículos por la cara sudorosa de ella, los ojos de Tarasio inyectados en sangre mirándola. La introdujo en su boca al mismo tiempo que le hacía la pinza en su nariz, bramo, jadeo como un búfalo. A doña Clara le vino una bocanada de líquido espeso que tuvo que tragar. Le entraron arcadas, Sulango aún con respiración acelerada tenía ya la polla fuera. Tiró de la manquera y del culo de doña Clara salió un chorro a presión de líquido.
    
    —Vía libre al conducto anal, ha tirado hasta mierda la gran diva —exclamo Tarasio.
    
    El mecánico y Euclides ejercían de espectadores, el capitán en calidad de la ley estaba atento.
    
    Doña Clara no tardó en ser gozada por Taranto vía vaginal, las embestidas del joven la hacían balancearse, la vagina tuvo que ser envaselinada por falta de lubricidad, así como su zona anal, la cual le fue imposible a Taranto profanar. Dejo toda su simiente en el coño de doña Clara. Era turno del mecánico, pero su grado de borrachera empezó a pasarle factura. Euclides volvió a entrar en acción, con otro empalme, a sus 51 años era todo un jabato. Sulango le lubrico el ano y le mantuvo dos dedos dentro para dilatar. Euclides dijo que iba a probar el encule, era ...