1. Doña Clara y su criada Celia


    Fecha: 27/09/2021, Categorías: No Consentido Autor: Thotem, Fuente: CuentoRelatos

    ... haber sospechado las risitas y dejado hipnotizar por la diminuta criada bobalicona.
    
    Bajaron al camarote, el capitán llamó. Salió Celia.
    
    —Soy el capitán, salgan del camarote, ordeno registro.
    
    —¿Qué pasa aquí? —dijo doña Clara.
    
    —Colaboren y salgan, soy la autoridad pertinente.
    
    —Esto es una intromisión, una vergüenza —exclamo doña Clara.
    
    —¡Qué salgan ya, colaboren, no hagan que usemos la fuerza!
    
    Doña Clara y Celia salieron asustadas, esperaron en el pasillo. Procedieron al registro y con unas tenazas abrieron los baúles. El capitán ojeó el contenido y dijo:
    
    —Serán recluidas en otro camarote, en dos horas como autoridad que me confiere el barco tendrá lugar el sumario en el salón de actos.
    
    Fueron llevadas a otro camarote por Sulango y Euclides, una vez dentro Sulango miró a doña Clara al mismo tiempo que se ponía la mano en su bragueta y exclamo:
    
    —¡Hijaputa!
    
    A las dos horas eran llevadas al salón de actos y martillo en mano el capitán dijo:
    
    —Como autoridad pertinente que me confiere el mando voy a dictaminar sentencia.
    
    —Esto es un atropello, declaró mi culpabilidad, pero no de… —dijo entre balbuceos doña Clara.
    
    —¡Callen y no me interrumpa más!
    
    Doña Clara y Celia cabizbajas entre lágrimas la última, aunque doña Clara intentaba guardar la compostura
    
    —Dictamino qué, los baúles volverán a su lugar de procedencia y, las acusadas, doña Clara por robo y la señorita Celia por complicidad serán sancionadas a: señorita Celia, por haber ...
    ... engañado al marinero Euclides, será tumbada y gozada por el mismo. A doña Clara, principal acusada, será tumbada y gozada por la tripulación, incluido Euclides. Se hará de la forma que más oportuna crean los marineros, pudiendo utilizar las diferentes vías, ya bien bucal, vaginal y anal, las orejas o el ombligo. Se procederá a dicha sentencia en el plazo de tres horas en este mismo salón. Se levanta el tribunal y no se admite recurso por parte de las acusadas.
    
    Fue una sentencia dura, doña Clara no pudo aguantar el llanto. Tarasio las acompaño otra vez a su camarote, antes de cerrar la puerta les dijo:
    
    —¡Lávense, no nos gustan las putas sucias!
    
    Antes de las dos horas Celia fue reclamada, doña Clara no cabía en si misma, todo era incertidumbre, quién le había mandado meterse en este tipo de negocios, mal aconsejada, claro. El tiempo no pasaba, se mordía las uñas. Se oyeron pasos, era el mecánico del barco, llamado Pantaso, fue el más comunicativo y consolador, le aliso la cabellera y le dio un beso en la boca a doña Clara, apestaba a alcohol.
    
    —Tiene que colaborar señora, bien mirado si fueran repatriadas allí sería peor.
    
    Doña Clara apenas podía caminar, al entrar en el salón la impresión fue enorme: Celia era penetrada por Euclides, ese diminuto cuerpo estaba abierta en tijeras y una gran polla le entraba y le salía, Euclides ya estaba en los últimos bombeos de la follada, doña Clara pudo ver como el grandullón ya estertoreaba y emitía gemidos guturales para quedar ...