1. Experimento


    Fecha: 26/09/2021, Categorías: Fantasías Eróticas Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... reinante.
    
    Pasado un tiempo que no podría especificar, se levantó y fue andando hasta que llegó al sofá. Se puso a cuatro patas sobre el, dándome la espalda y me dijo: Fóllame. Clávame tu polla hasta el fondo.
    
    Yo no me paré a pensarlo y me dirigí hacia ella, y casi del tirón, cuando llegue a ponerme en posición se la clavé sin detenerme. Lucía estaba más húmeda que en cualquier otra ocasión que yo pueda recordar. Entré como si fuera un cuchillo caliente atravesando mantequilla. Mientras se la metía, pude escuchar un pequeño gemido por su parte que me permitió adivinar que le había gustado mucho mi penetración.
    
    Seguí moviéndome y penetrándola desde su espalda acelerando un poco el ritmo cada pocos minutos, mientras que podía escuchar los gemidos ahogados de mi pareja. A los pocos minutos, pude notar como su mano bajaba a su clítoris y lo empezaba a acariciar rápidamente, a la vez que sus gemidos aumentaban en intensidad. En poco tiempo, Lucía empezó a arquear su espalda, lo que tomé como un símbolo inequívoco de que se iba a correr. Siguió 20 segundos más hasta que explotó entre gemidos bastante altos. Unos segundos después Lucía dejo de moverse, tanto ella como su mano. Reposó sin decir nada durante un par me minutos, mientras que yo me dedicaba a besarle la espalda suavemente. Pasados eso dos minutos, se levantó del sofá, se puso delante mía y empezó a arrodillarse mientras me cogía la polla con su mano derecha y me decía: Crees que a la rubia le habrá gustado que ...
    ... el chico se corriera en su boca? Justo en el momento en que terminó de decir la frase, volvió a engullir mi polla con su boca y empezó a hacerme una mamada sensacional. Intercalaba periodos de subidas y bajadas rápidas, con otros en los que se a chupar mis huevos de manera muy suave. Siguió así algunos minutos hasta que le avisé de que me iba a correr. En ese momento empezó a jugar con su lengua en el frenillo de mi pene, ejerciendo una presión, si bien no muy fuerte, si bastante firme. Siguió jugando con mi frenillo, hasta que de mi polla empezaron a brotar chorros de semen que cayeron por su cara y en el interior de su boca. Siguió jugando con su lengua unos segundos más, momento en el que volvió a engullir mi polla y jugó un poco con ella mientras que iba perdiendo rigidez.
    
    Cuando terminó de jugar, se levantó y se fue al baño a limpiarse, mientras que yo, exhausto, me dejé caer en el sofá esperando a que regresara. Cuando volvió del baño, Lucía se sentó junto a mí en el sofá y se acurrucó sobre mi pecho, buscando que la abrazara. Pasamos un rato así abrazados, mientras yo me devanaba los sesos… debía preguntar? No? Lo cierto es que la curiosidad no me dejaba estar tranquilo, así que al final me decidí a hablar:
    
    A partir de ese día, yo pensaba mucho en la situación que habíamos vivido. En lo excitante que resultó todo y en lo excitada que estaba Lucía aquella noche. Así que empecé a pensar en cómo podía volver a repetir una situación que llegara a excitarle tanto. Eso ...
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