1. Experimento


    Fecha: 26/09/2021, Categorías: Fantasías Eróticas Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... entonces le pidió que se la metiera, a lo que accedió inmediatamente y empezó a empujar la polla contra el culo de la chica hasta que esta estuvo completamente enterrada dentro de su culo. La dejó ahí parada supongo que para que Vanessa se acostumbrara. Un minuto después, Vanessa le pidió al otro chico que volviese a penetrarla.
    
    Vanessa tenía las dos pollas clavadas y lo estaba disfrutando. Se la oía gemir sonoramente y les decía a los chicos lo mucho que la estaban haciendo disfrutar.
    
    Yo pasé una de mis dos manos por debajo de la falda de Lucía y moviendo un poco su ropa interior empecé a acariciarle el clítoris. Podía notar que la respiración de Lucía se aceleraba cada vez más. Mi mano derecha seguía acariciando su clítoris dejando entrar de vez en cuando el dedo corazón dentro de su coño. Mientras, con mi mano izquierda seguía acariciando sus tetas alternativamente, poniendo especial atención en sus pezones. Me encantaba sentirlos duros. A mantener esta dureza contribuían además los gemidos de los “observados”. Lucía no perdía detalle de lo que estaba sucediendo delante nuestro. Pero también Vanessa miraba hacia donde estábamos nosotros. Parecía ...
    ... fijarse especialmente en Lucía, pero también era ella la que estaba gimiendo de placer mientras la masturbaban…
    
    Pasados tres minutos, Lucía se estaba corriendo de una manera increíble. Creo que nunca la había notado que disfrutase tanto.
    
    También el novio de Vanessa empezó a correrse dentro del culo de su chica. Pudimos apreciar cómo salía el semen que había soltado cuando retiro su polla del culo de Vanessa.
    
    Cuando su novio hubo sacado su polla de dentro de ella, ella misma se sacó la otra polla del coño, le quitó el condón y empezó a hacerle una paja al otro chico. Medio minuto después, el chaval estaba soltando chorros de semen que llegaron a las tetas de Vanessa.
    
    Los tres se quedaron durante algunos minutos tumbados sobre la mesa. Estaban exhaustos. Por nuestra parte, Lucía también estaba un poco cansada, pero se giró hacia mí, me dio un beso y me pidió que nos fuéramos de ese lugar.
    
    Cuando Lucía se levanto, se recompuso toda la ropa lo más deprisa que pudo. Parecía que ahora le daba mucha vergüenza y quería desaparecer de allí cuanto antes. Sin embargo, Vanessa nos vio y se levanto para acercarse a hablar con nosotros.
    
    - Qué tal? Os ha gustado? 
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