Casada y poco follada
Fecha: 19/09/2021,
Categorías:
Sexo con Maduras
Autor: Quique., Fuente: CuentoRelatos
... fresa.
Lo cogió y se lo se lo chafó en el coño, tiró la galleta y le lamió el helado del coño empapado, helado que se derretía por momentos con el fuego que tenía en el coño. Le agarró las esponjosas tetas y se las magreó. Suavemente lamió sus labios, su clítoris, folló su vagina con la punta de la lengua... Le comió en coño cómo si fuera un pastelito, hasta que le dijo:
-Me voy a correr.
Lamió su clítoris de abajo a arriba a toda mecha y en segundos exclamó:
-¡Me corro!
Al acabar de correrse y de tragar los jugos de su corrida siguió lamiendo despacito de nuevo... Al ratito le cogió el culo, se lo levantó y jugó con la lengua en su periné y su ojete para después subir lamiendo sus labios vaginales meter y sacar la lengua de su vagina, lamer su clítoris erecto y volver a bajar para seguir lamiendo su periné, follar su ojete con la lengua, y volver a subir... La mujer gemía en bajito para que no la oyera la gente que veía pasar a ambos lados del coche... Pasado un tiempo, y mientras le follaba el ojete, sintió cómo su respiración se aceleraba y cómo el ojete se cerró teniendo la punta de su lengua dentro. Tuvo un orgasmo anal y se lo anunció.
-Me corro otra vez.
Al cesar sus convulsiones quitó el sujetador, le cogió la cabeza y se la llevó a sus tetas. Comió aquellos melones esponjosos con ganas atrasadas hasta que le volvió a coger la cabeza y le dio un beso con lengua. Era el primer beso que le daba y la polla de Enrique, que ya latía una cosa mala, ...
... acercó la cabeza a la entrada de su vagina. La mujer le cogió el culo y lo apretó contra ella. La polla entró sin resistencia en su coño engrasado. Lo morreó y después le dijo:
-Dame duro.
La folló clavándosela con violencia. Poco después la polla chapoteaba en los jugos de su coño al llegar al fondo. Los besos se fueron haciendo más apasionados, y más y más, y más, hasta que clavó sus uñas en las duras nalgas de Enrique, y chupando su lengua se corrió cómo una vampiresa.
No paró de follarla hasta que se volvió a correr dos veces más y no se corrió una tercera porque al sentir que Enrique se iba a correr, le dijo:
-Dámela en la boca.
La sacó y la quiso llevar a la boca, pero el primer chorro le cayó en la frente, luego si, luego se corrió en los labios, ya que la boca no la abrió. Cómo Enrique era un cabronazo que a la que no quería una taza de caldo le daba siete, al acabar de correrse le pasó la lengua por los labios y luego la besó con lengua. Después de lamer la leche de su frente ya fue ella la que lo besó con lengua a él. Sonreía cómo una diablesa, cuando le dijo:
-Eres un hacedor de cerdas.
-Más bien de viciosas. ¿Te gustaría echar un polvo en el mar?
-Tendríamos que esperar a que se vaya la gente.
-¿Tienes prisa?
-Ninguna.
Vieron juntos cómo se ponía el sol dejando teñido de rojo el horizonte y después cómo la luna se bañaba sobre la superficie del mar. Al estar a solas en la playa la mujer le cogió de la mano, se levantaron juntos, le dio ...