Me viene otra vez, papá, me viene otra vez
Fecha: 18/09/2021,
Categorías:
Incesto
Autor: Quique., Fuente: CuentoRelatos
... lo explico.
Se levantó, y al estar a su lado le pasó la yema de un dedo por el brazo.
-¿Qué haces, papá?
-Tienes una piel muy suave.
Le pasó el dedo alrededor del pezón de la teta izquierda y después hizo círculos sobre él. Musoke, sin moverse, le preguntó:
-¿Estás borracho, papa?
Pasándole el dedo por el otro pezón, le respondió:
-Tienes unas tetas divinas.
-Para, papá, para.
Le magreó la teta. La encontró dura. Se echó la mano al paquete, y le dijo:
-¡Qué buena estás, coño!
Le pasó el dedo por el clítoris. Musoke seguía sin moverse.
-Tienes que estar muy borracho para hacer lo que estás haciendo.
-No estoy muy borracho, aún controlo. ¿Quieres echar un trago de whisky?
-¡Déjame!
Musoke bajó de la hamaca y su padre la vio correr hacia la piscina, descalza y meneando las nalgas. Su cuerpo diez brillaba con las farolas que iluminaban el jardín y la piscina y por la cabeza de Esteban pasaron mil y una idea y ninguna buena. Musoke se tiró a la piscina. Esteban se quitó el pantalón de deporte. Musoke quedó anonadada mirando para la tiesa polla de su padre. Señalándola con un dedo, le dijo:
-¿Por qué me enseñas esa cosa?
Esteban se tiró a la piscina en busca de su hija, pero Musoke nadaba mejor que él y salió de ella por el otro extremo. Apoyado con sus brazos en el borde, le dijo:
-¡Con las ganas que tenía de hacerte cositas debajo del agua! Si hubieras tomado el Whisky...
-¿Qué cositas me querías hacer debajo del agua? -se ...
... quedó pensativa- ¡Ahora caigo! Me querías emborrar para abusar de mí!
-Abusar, no, ponerte contenta a ver si así te animabas.
-¿¡Animarme yo con un whisky?
Musoke salivaba pensando en la polla de su padre. Cogió el whisky triple que Esteban había dejado al lado de la hamaca y se lo mandó de un trago con la idea de hacerse la borracha y dejar que su padre la follara, pero las cosas no le iban a salir cómo ella quería. La garganta le comenzó a arder, los ojos a llorar y el cuerpo se le estremeció. Cuando pudo hablar, con voz ronca. Dijo:
-¡Esto es veneno!
Al momento tenía la cabeza caliente. Se sentó en la mecedora. Le entraron arcadas y comenzó a vomitar. Esteban salió de la piscina, le puso una mano en la frente y otra en la nuca, y le dijo:
-Echa todo fuera.
Musoke vomitó por la polla, las piernas y los pies de su padre... Acabó echando hasta su primera papilla. Al acabar de vomitar, le dijo a su padre:
-¡Qué mal me encuentro!
-No debiste tomar el whisky.
-No, no debí tomarlo.
Musoke se fue para casa, se metió en su cama y no hubo más mujer hasta la mañana siguiente.
Se encontraron en la cocina. Esteban que vestía con ropas de ir a jugar al golf y que tenía la bolsa con los palos en una esquina, estaba avergonzado de lo que le quisiera hacer a su hija. Tomando un café y sin mirarle a la cara, le dijo:
-Siento mucho lo de ayer noche. ¿Me perdonas?
Musoke, que traía puesto un vestido largo y que calzaba unas zapatillas deportivas, le ...