1. Se convirtió en la amante de planta de su jefe


    Fecha: 18/09/2021, Categorías: Infidelidad Autor: dmmexico, Fuente: CuentoRelatos

    ... con unos hermosos remates de encaje sobre las copas que cubrían la mitad de sus pechos, casi al borde de sus hermosos pezones.
    
    Procedió a sacar el traje sastre color azul marino, de falda dos pulgadas arriba de la rodilla, y apretada en caderas y muslos, eso la favorecía con su figura espigada, de peto amplio que sujetaba su abdomen y la hacía ver más plana en la región abdominal, el saco era de buen corte, y al cerrarlo se abultaba con sus poderosos pechos. Decidió no usar medias, y selecciono los zapatos negros de tacón de aguja, que levantaban sus nalgas, y delineaban sus pargas pantorrillas, rematando con la blusa de seda blanca, que transparentaba su sujetador dándole un toque erótico y juguetón, se vistió, y tras ponerse las prendas se paró frente al espejo, sonriendo al agradarle lo que veía. Estaba lista.
    
    Salió a la calle dejando a sus hijas atrás, camino a la esquina de la calle donde se juntaba una transitada avenida donde espero un taxi, sus pasos eran acompasados, largos y decididos, y varios automovilistas volteaban a revisarla de pies a cabeza, al llegar a la intersección, y pararse en la esquina, sonrió para sus adentros al seguir recibiendo miradas lascivas, y un camión de volteo cargado de trabajadores de la construcción se convirtió en un indicador más de como lucia esa mañana, pero del modo guarro y descarado, los albañiles no se limitaron y profirieron cualquier cantidad de piropos impropios que ruborizarían a cualquiera: ¡que rica puta!, ¡señora ...
    ... sabrosa!, ¡que ricas tetas! ¡Culona! ¡Que ricas piernas, quien estuviera en medio de ellas! ¿Quieres coger, aquí hay muchas vergas para ti putona? Y más improperios, permaneció incólume, no gesticulo, ni mostro agrado o desagrado, mientras el camión prosiguió su marcha al cambiar la luz mientras los hombres seguían gritándole de cosas al alejarse.
    
    ¡Vaya reacción! Pensó, ¿reaccionaria igual el caballeresco licenciado Rodríguez? No dejo de sorprenderse a sí misma al pensar eso, ¿se había arreglado meticulosamente para él, o lo hizo como parte de su femineidad natural y para lucir bien ella misma? mientras eso pasaba por su cabeza, vio un taxi libre y estiro el brazo para solicitar su servicio, el taxista hizo una maniobra, y detuvo el vehículo frente a la espigada mujer, quien abrió la portezuela posterior, levanto la pierna izquierda y abordo el vehículo bajo la vigilante mirada del chofer que no perdió detalle cuando abrió las piernas al subir, el transportista buscaba verle la ropa interior casi seguramente, ella bajo su mano y cubrió cuidadosamente el frente para evitar darle un espectáculo gratis al descarado conductor que fijaba su mirada en la parte baja de su anatomía.
    
    -¿A dónde la llevo señorita?- preguntó el maduro chofer, a lo que Sandra respondió dándole la dirección de la oficina, al tiempo que se quitaba las gafas obscuras que cubrían sus ojos cafés claro, dedicándole una amable sonrisa al chofer a manera de cortesía, aun y cuando él había tratado claramente de ...
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