1. Adela


    Fecha: 19/05/2018, Categorías: Gays Autor: bimont, Fuente: CuentoRelatos

    ... otra.
    
    —De momento solo las piernas. Oh, ¿A mi niña le gusta esto? ¿Verdad?
    
    —Sii
    
    —¿Es esto lo que imaginaste cuando aceptaste subir a casa?
    
    —No.
    
    —Ya verás que es mucho mejor —Se había girado inclinándose levemente, unas generosas y prietas nalgas, solo cubiertas mínimamente, las tenía ante mi cara, pasé la lengua.
    
    —Oh, qué niña tan traviesa. Seguro que te está excitando, ¿no es así? Sigue, eso está bien.
    
    —Bueno, yo...
    
    —Genial, levántate, vamos —No me dio la oportunidad de cambiar de opinión, tomándome de la mano me llevó al dormitorio. Una oleada de energía nerviosa recorrió mi cuerpo, cuando ella me tomó de la mano. Me colocó delante de un espejo, este cubría desde el suelo casi hasta el techo, ella se colocó detrás de mí. Sus manos me acariciaron la cara, después igual sobre la camiseta.
    
    —Me gustaría verte las tetas, ¿quieres? ¿Verdad?
    
    —Sí, sí, Adela. Si tú las quieres ver.
    
    —A qué esperas —tuve mis dudas, pero me desprendí de la camiseta y el sujetador.
    
    —Que hermosas son —por detrás me abrazó, con una mano, empezó a acariciarlas, con los dedos giró con cierta presión los pezones. Con la otra mano desde atrás, me desabrochó el pantalón aflojando la cintura, lo desprendió un poco, y paseo la mano por encima de la tela de la braga. Mientras lo hacía, me sorprendí al notar que mi coño se mojaba. Muy mojado. Empecé a gemir involuntariamente ante los manoseos de ella.
    
    —Oh, ¿A mi niña le gusta esto? ¿Verdad?
    
    —Shhh...
    
    —Pues mami, quiere ...
    ... verte también el coño, ¿querrás enseñármelo?
    
    —Si es tu deseo.
    
    Me manejaba, estaba bajo su control, decidí dejarme llevar, ella estaba disfrutando, y yo también. Voluntariamente me baje los pantalones y después la braga. Me pidió que me colocara con las manos entrelazadas en la nuca. Mis sensores se activaron cuando se desprendió de la falda y la camisa. Las dos frente al espejo, yo desnuda, ella con ropas intimas, sus ojos clavados a los míos a traves del espejo, una mirada fría y extraordinaria, sus piernas un poco abiertas, tensos los gemelos por la altura de los tacones, su mano pasando por delante, bajo por entre mis piernas y sintió la humedad.
    
    —Oh, mi niña, eso está bien, pero todavía no.
    
    Se dio la vuelta y cogiendo mi mano por la muñeca la colocó entre sus muslos, mirándome me pregunto:
    
    —¿Te preocupa algo?
    
    —No que va, nada —estaba del todo decidida, que fuese lo que el vicio y el deseo me tuviese preparado.
    
    Mientras mi mano subía por su muslo hasta llegar a sus bragas. El roce de mis dedos sobre la tela, hizo que un leve gemido rompiese el silencio, y que instintivamente abriese sus piernas para facilitar mi labor. Busqué su sexo, de tal forma que mi mano pudo recorrer su raja de abajo a arriba con facilidad. Mis dedos pronto quedaron empapados. Cogiéndome de nuevo la mano por la muñeca la sacó, llevando mis dedos a mi boca. Me la quede mirando, vi como una sonrisa lasciva se dibujaba en su cara a la vez a que afirmaba con su cabeza
    
    —Creo que no ...