Las esposas de mi mujer 3 - Relatos Eróticos

Las esposas de mi mujer 3

... estaría preparando mentalmente para la noche; ahí fue que ella le alcanzo la primera ronda de tequila, él le sonrió, le dijo que la amaba y bebió de un solo golpe.

-Ahhh, que bien que esta esto, no PERRA?, dame mas, pero a gatas esta vez…

Volvió a su realidad de sumisa y esclava de su DUEÑO, debía servirlo y al instante lo hizo, se arrodillo, sirvió el vaso, lo puso en su boca, como cuando una perra carga a un cachorro, y así fue andando, atravesando la sala hasta el jardín. Su AMO le acaricio el cabello y la cara, tomo el trago y se voltio, fumo y luego de botar la colilla le dijo:

-Sígueme así, vamos a ir a los sillones a beber y conversar.

Sue estaba como loca recordando todo eso, quería meterse mano y tocarse la vulva que ya le ardía de la excitación, pero las ataduras la estaban enloqueciendo y poniéndola más caliente.

-Mira esta noche solo vas a sentir; de mi y de Viviana, ella tiene instrucciones especificas, pero primero necesito que te relajes, así que siéntate y bebe conmigo, suéltate, bebamos como esposos y luego a ser la PERRA que eres siempre. Ella se sentó en el sillón de su casa, cogió uno, dos y tres tequilas de golpe, de un solo trago, lo miro a los ojos buscando la seguridad que necesitaba (ya en Iguazú había probado la tortura de la humillación y vejación, que aunque disfruto no quiso volver a sentir), y esa mirada le dio la confianza de seguir.

-Haz conmigo lo que desees AMO, no soy más que tu PUTA, tu PERRA, tu ...

... DALMATA…

-Bailemos……….

Y así bailaron y bebieron como amantes, como amigos, como esclava y señor. Sue, en medio de sus ataduras, ya sudaba, exhalaba con fuerza pues estaba muy mojada y arrecha, le picaba el rabo, quería introducir algo más que SU COLA en el, quería ser usada de una vez, pero aun pasaría tiempo, su AMO aun se bañaba y demoraba como nunca demoro. Cerró los ojos de nuevo y recordó.

-Me encanta como te ves y como te sientes, una PERRA en celo.

Ella se pegaba a él, le ponía el culo en su miembro, se agachaba, dejaba ver su raja de rato en rato al levantarse el vestido como en Iguazú, pero esta vez para su AMO, metía uno o dos dedos en su vagina mojadita y se los llevaba a la boca probando sus jugos que luego pasaba por la cara de su AMO, él le lamia los dedos y saboreaba su tesoro, ella misma empezó a arañarse las piernas, de una manera suave pero firme, marcándolas, enrojeciéndolas para que el la vea y sepa lo arrecha que estaba; se desnudo para el, y bailo meneándose y exhibiéndose, arqueándose toda y ofreciendo sus posaderas más de una vez. Él le dio más tequilas, le metía mano y la sacaba, quería prenderla, el ya se había sacado el saco y abierto dos botones de la camisa, sudaba al ritmo del reggaetón caliente que bailaban, y más trago, y luego mas, botaba el humo de sus cigarros directamente en su boca para que ella fumara de sus humos, la enviciaba con su mirada fija y severa, la había domado por completo.

Estando en esto, se oyó el timbre, era ELLA, Viviana; él le ...