1. Hombre de pelo en pecho


    Fecha: 18/05/2018, Categorías: Gays Autor: Hansolcer, Fuente: SexoSinTabues

    El grueso pelo de su barba al contacto con mi estómago, me hacía recordar que era un hombre quien estaba a mis pies sorbiendo los jugos de mi verga. Goloso, se tragaba casi todo mi palo para luego sacarlo mientras aspiraba como si quisiera sacarme el semen a la fuerza. Le temblaba la barbilla mientras gemía de una manera nerviosa, como si tenerme fuera para él la más grande fantasía cumplida. Mmmm mmmmm mmmmm aah mmmm Que rica vergota te tienes bebe Mmmm oug oug que rica. ¿Te gusta cómo te la mamo corazón? ¿Te hago sentir rico? – decía como si fuese más para si, que conmigo mismo. Se llamaba Pedro, peón en una fábrica de ladrillos cercana a la vecindad donde vivíamos. Hombre rudo, cuarentón y con aquella pinta de macho que a muchas mujeres les llamaba la atención. Principalmente a la vecina del 20, la señora que según contaban en algún tiempo había ejercido la prostitución. Ella contaba: tiene una verga que hasta doliendo me deja el mico, en referencia a su panocha. Ciertamente la tenía grande, lo había notado cuando se bajó los pantalones para dejárselo a los talones. Aunque no dejaba de alimentarse de mi verga se masturbaba entre jadeos y resoplidos, era claro que lo estaba gozando. Quiero comerme tu verga papito, la quiero en en el culo, quiero tragármela toda – lo había escuchado decir. Era una mamada experta, con gran conocimiento de dónde tocar. Podía sentir su lengua caliente jugueteando con mi garrote, su cavidad bucal totalmente húmeda aunque Pedro muy a propósito ...
    ... apretaba sus labios para que cuando mi verga le entraba me hacía sentir como si fuese una rica vulva apretada. Estábamos en la parte donde yo le había tomado la cabeza con mis manos y lo culeaba. Si, me lo cogia por la boca y era una delicia penetrarlo hasta casi desaparecer mis 17 centímetros. Sus manos en mi trasero me jalaban hacia el como si quisiera que le llegara hasta el cerebro. Si alguien nos hubiera visto quizás no hubiera dado crédito a lo que veía. Un escuálido chamaco de 16 follando a un hombre de 40 por la boca no era cosa que se veía a diario. Sin embargo ahí estábamos, a la mitad de aquel terreno baldío, ocultos tras arbustos para no ser descubiertos por alguien que llegara a abastecerse de agua de aquel nacimiento natural. Algo improbable ya que últimamente pocas personas llegaban al lugar por la llegada de agua potable al lugar. - Papi. Cogeme – casi había suplicado. Supe que era una obligación, ya que si antes mi única intención había sido que me la mamara, verlo excitado y no calmarle su necesidad de verga hubiera sido un pecado. Le saque mi polla de la boca y quitándonos totalmente la ropa nos encaminamos rumbo hacia aquel árbol caído y sin que se lo pidiera lo vi sostenerse con sus manos quedando a mi disposición para que lo penetrara por detrás. Agáchate - le dije mientras me colocaba casi rozando su peludo trasero. Un morbo extraño se apoderó de mí de saber que estaba a punto de cogerme a un hombre con tantos pelos en el cuerpo que parecía un oso, tenía ...
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