1. De viaje con mi padre


    Fecha: 10/05/2018, Categorías: Incesto Autor: janpaul, Fuente: CuentoRelatos

    ... mejor que me puede acontecer.
    
    Llegó el lunes; a las 7 de la mañana estábamos en el garaje cargando nuestras enseres en el coche. Mi padre iba distribuyendo las cosas que nosotros teníamos, sus bolsos y mi mochila, y las que nos daba mi madre, que todo el rato estaba escudriñando lo que hacíamos, lo que llevábamos y todos los demás incordios, que por mucho que os imaginéis jamás llegaréis a la realidad total, porque no sabéis el infierno que supone vivir al lado de esa mujer. A quien no entiendo es a mi padre, pero hoy pienso sacar el tema a ver qué pasa con estos dos.
    
    Mi padre se despidió de mi madre con un beso ligeramente dado sin muchas ganas en la boca y ella le despidió con una sonrisa de oreja a oreja. Pienso que mi padre la besó porque estaba yo delante; sin embargo, yo me fui sin besarla ni decirle un simple ”¡adiós!”. No sé si mi madre estaba contenta de que se fuera mi padre o estaba haciendo un papelón de esos a los que ya nos tiene muy acostumbrados.
    
    Salimos y la perdimos de vista, al poco tiempo estábamos en la autovía, mi padre estaba sereno, conducía con calma y le notaba que tenía deseos de hablar o de que yo le hablara. Parecía haber un espacio de liberación, de paz y un singular bienestar que aumentaba conforme nos íbamos alejando de mi madre. Así que me decidí.
    
    —”Papá, ¿qué vamos a hacer con la porquería de comida que ha puesto mamá?”, pregunté.
    
    —”Tirarla a la basura, porque lo que no quieras para ti no lo des a nadie”, fue su ...
    ... respuesta.
    
    Eso me alivió, porque todo eran fritos o cosas guardadas de días antes y mezcladas en envases de plástico.
    
    —”Entonces las tiraré en la primera gasolinera que entremos”, dije.
    
    —”Lo tiras todo, envases incluidos, que comeremos en algún restaurante a nuestro gusto”, dijo con cierto lujo mi padre por mostrarse tan generoso.
    
    —”No pareces contento con mamá. No quiero ser atrevido, pero se te nota que no eres feliz con ella”, dije de una manera un tanto forzada.
    
    —”No más que tú, Jess, no más que tú”, escueta y acertada respuesta, a más que sincera.
    
    Dejé pasar un rato mientras contemplaba el panorama. La carretera, sin ser una autopista, como estaba recién abierta al tránsito vial hacía un año o algo así, como autovía, era muy buena, sin baches, sin problemas de ninguna clase, pero yo sabía que íbamos a tener cuatro horas de ruta sin contar las paradas. Así que le di tiempo a mi padre para que le entraran las ganas de hablar. En otro momento insistiré sobre el asunto, mientras recurrí a lugares comunes, la ruta, la gente del pueblo, el Tío Paco… etc. El Tío Paco era el tío de mi padre, hermano de mi abuelo. Cuando mi padre heredó del suyo, le dijo a mi Tío Paco que juntara todas las tierras y las casas y se hiciera cargo de todo sin necesidad de pagar nada y que empleara las ganancias si las hubiera en mantener los bienes y en lo que quisiera, que nunca le pediría cuentas. El Tío Paco se fue a vivir a la casa de mi abuelo por ser mejor y porque al casarse su hijo mayor, ...
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