1. Cuñada despechada, cuñada garchada


    Fecha: 16/07/2017, Categorías: Incesto Autor: Nazareno Cruz, Fuente: CuentoRelatos

    ... aunque eso no lo podría decir, ya sabes: “aprobar es saboear”
    
    —Epa! Sí que estamos atrevidos…
    
    —Sí, y… puedo?... —sonríe.
    
    Quien calla otorga, tomar una entre mis manos y comenzar a lamer, estrujar y mamar. Dejarse hacer es permitir subir al siguiente escalón, tomada de la cintura atraje su cuerpo al mío, sus manos acariciando mi nuca confirman y aceptan. La mamada adquiere el tono épico de la excitación repentina, llenándome la boca de tetas hasta que la necesidad de aire me obligó a soltar la deliciosa carne.
    
    Se corre al centro del escritorio, delante de mí, la mano repta por sus muslos camino al encaje de la tanga, en la oquedad busca pasar debajo del borde de la tela, hasta sentir la mullida textura del vello púbico, intruso entre los labios de la vulva, sentir la cálida humedad del nido de todos los placeres.
    
    Subí la falda, ella apoyó los codos sobre el escritorio para favorecer el deslizamiento de la tanga, eleva y junta las piernas para retirarla por completo, se queda rodeando mi cuello como trofeo de caza. Tomada de las nalgas atraigo bien al borde, inclino mi cuerpo hasta quedarnos boca a boca, sus manos apoyadas en mi cabeza impulsan al contacto lingual con los labios de la cuca.
    
    Los primeros lamidos producen la sensación excitante del shock esperado pero imprevisto, sorprendida en el primer gemido que ganó su pecho, las siguientes fueron recibidas por las alas de mariposa agitándose en cada lamida. Las piernas sobre mis hombros permiten comerle ...
    ... la conchita con total dominio de la situación, estremecida y tensa sufre los primeros atisbos de la agitación propia de un orgasmo en ciernes, conmovida por el acoso de lamidas sacude su cuerpo, tensiona sus muslos apretando mi cuello, tomándose de mi cabeza, los dedos enredados en mi cabello, le sirven para expresar la incontenible inquietud que provocan la sucesión de estímulos vaginales que la están llevando al borde del abismo orgásmico.
    
    Sin solución de continuidad los estímulos suman tensión y ansiedad, nerviosa excitación, incontenible, estallido emocional, espasmo y gemido estentóreo acompañó la liberadora expresión del orgasmo, los jugos inundan la conchita, mi labios siguen frotándose y debatiéndose en las vibrantes sacudidas de su sexo. La quietud permite un resuello, los dedos hurgando y la acuciante lamida vuelven a elevar la tensión hasta otra convulsión, y otro más.
    
    El éxtasis la sorprendió abrazada, sosteniendo mi boca en la suya vertical, frotando mi nariz en su pecera, haciendo burbujas de amor, mojado en su jugo pasional.
    
    Mabel disfruta el clímax, en silencio, comprende la intensidad que puede transmitir un hombre apasionado, capaz de llenar sus necesidades sexuales y afectivas, divertido y discreto, siente la contención del hombre que la supera en edad y experiencia, que no trata de absorber su tiempo sino darle el suyo.
    
    Tomé de la cintura y bajé del escritorio, un abrazo contenedor la hizo vibrar y estremecer, giró dándome la espalda, pasé mis ...
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