1. Cuñada despechada, cuñada garchada


    Fecha: 16/07/2017, Categorías: Incesto Autor: Nazareno Cruz, Fuente: CuentoRelatos

    La hermana menor de mi esposa estaba atravesando una crisis de pareja, venirse a la casa de su hermana para “tomarse un tiempo” de reflexión y ver de qué modo procesar el descubrimiento de una infidelidad de su marido.
    
    Nunca habíamos tenido muchas oportunidades de estar tan cercanos, tal vez por eso la empatía no había traspasado el trato amigable, tal vez la diferencia de edades o la falta de oportunidades. En esta ocasión yo tenía una oficina en refacciones y mi casa hacía las veces de tal, ahora con mi esposa con buena parte del día fuera, se nos daba de pasar buena parte de él, como no tenía nada para hacer se acercaba para ver si podía ayudarme en algo.
    
    Así con ese juego de palabras con doble sentido comenzó el inocente, solo al principio, juego de seducción mutuo.
    
    —Cuñadito, puedo darte una mano?
    
    —Sí, claro, pero una mano sola?
    
    —O las dos, según lo necesites.
    
    —No me hagas pesar bien…
    
    —Si piensas mal tal vez aciertas…
    
    Las miradas dicen mucho y sugieren mucho más, pero por alguna razón una palmadita sobre mi rodilla dejó trunca la devolución de ser mal pensado. Antes de retirarse para hacer café, dejó una sonrisa suspendida en el aire con aroma de ir por la revancha, regresa con las humeantes tazas y se sienta en el borde del escritorio, la mini falda se sube lo suficiente para estremecer mis deseos.
    
    La empatía troca en intimidad, la cercanía hace el milagro de acercarnos en la emociones, en rápida síntesis me comentó del engaño de su esposo y ...
    ... de la crisis, que lo quiere pero necesita pone paños fríos para superarlo. Que estos días estuvo pensando mucho, que mi cercanía reavivó esa fantasía que la tenía atrapada sin poder soltarla, ahora tal vez, sería el momento de pagarle con su propia moneda, ser infiel, sería la venganza por su deslealtad.
    
    Sería un doble propósito vengar la afrenta y cumplir mi fantasía de sentir una experiencia diferente, hacerlo con un hombre mayor, sentir que su experiencia podría darme ese placer que fantaseo y ayudarme a sanar de la traición.
    
    No hubo más palabras, mi mano sobre su rodilla, ratificaba cada intención, celebraba cada deseo que surgía silencioso por el entramado pasional que comenzaba a gestarse dentro de mí. La doble intención del juego de palabras descorría el velo de la intimidad abriendo el acceso a los juegos carnales.
    
    —Mirarte así, tan… que haces resurgir mi debilidad por las rubias y pe… voluptuosas
    
    —Yo soy rubia y pe… chugona, que no te animas a decir.
    
    —Bueno, eso es para la calle, tú eres para la intimidad, pero… Ver no me alcanza
    
    —A ver, toca mis bubis…
    
    —Hmmm, sí, parecen reales, al tacto, soy pragmático, “ver para creer”.
    
    Me permite ver y tocar, obvio que no fue una tocadita, sino una tocada lenta, miradas bien de cerca, hacerle sentir el aliento húmedo en los pezones. Sentía la erección de las gruesas picas rosadas, la sonrisa de Mabel aprueba el atrevido juego, complaciente alienta a subir el desafío.
    
    —Estas están bien grandotas y ricas, ...
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