Primera Milf - Relatos Eróticos

Primera Milf

Todos tuvimos interés en asuntos sexuales, aun si no teníamos idea de qué es lo que buscábamos o lo que con exactitud deseábamos. Cuando somos jóvenes buscamos, como quien diría'jugar con nuestro cuerpo', sea por instinto o las ansias de calmar esa curiosidad.En este pequeño relato quiero tratar la primera vez que pude gozar de la compañía de una mujer madura, quien marcó nuestro encuentro y me llevo hacia el camino de amar a las mujeres mayores.Cuando era mucho más joven acostumbraba a encontrarme con los amigos de mi hermano, con quienes jugábamos cartas. Éramos tu típico grupo de niños nerds, intercambiando cartas de juego y asombrándonos, cuando alguien sacaba una rareza que se compró con el dinero del recreo. Siendo yo el hermano menor, era superado en edad por un considerablegap, el suficiente como para ser el blanco fácil de las bromas y juegos pesados.Las cosas iban a lo que esperarías: golpes en la cabeza, ser cargado por el más grande sin dejarte tocar el piso, que te escondan tus cosas, ser encerrado en una pequeña bodega y los clásicos empujones. Una vez me dejaron fuera de la casa, y recuerdo haber disfrutado el regaño que recibieron después. Pero me distraigo del punto el cual vengo a tratar.Aquella vez recuerdo haber sido empujado de aquí para allá, pues entonces, contrario a ahora, era apenas si apenas un poco de huesos y pellejo. Resultaba fácil y satisfactorio meterse conmigo, pues daba poco a nada de pelea o resistencia. Así pues, siendo empujado por ...

... todo el jardín, uno de los más grandes me tiró hacia un bloque de cemento, esos de construcción. Al tratar de evitarlo y terminar rompiéndome la cabeza, logré saltar y esquivarlo, mas no ocurrió lo mismo con mi pierna. Una de las orillas del bloque me hizo un raspón desde el tobillo hasta casi la rodilla, lo cual obviamente me dejó sangrando y adolorido. No recibí la ayuda de nadie, de modo que empecé con mi caminada del jardín al interior de la casa. Una casa ajena, he de aclarar.Al entrar me recibió la ama de casa; quien he de decir, era toda una mujer. Y seguramente lo siga siendo:La señora para empezar olía bien, completamente natural, con un perfume apenas si distinguible. Con un toque de fruta, o flores quizá, pero sin ostigar la nariz. Iba bien peinada, con un increíble cabello rojizo. Recuerdo que entonces especialmente me pareció ordenado y perfecto para su rostro, bien cuidado y con poco maquillaje. La señora además tenía unas piernas que, oh mi suerte, retaban a los pantalones que usaba. Sí me acuerdo ver sus piernas marcarse contra su pantalón, con su cintura y la cadera que ayudaban a que sus nalgas me dieran ganas de hacer todo tipo de cosas, que hasta entonces desconocía querer. La señora de seguro pensó que al ser un grupo de amigos de su hijo, no le prestarían atención. Probablemente estarían ocupados jugando cartas, y una mujer mayor, de poco a nada importaría. Quizá, pero si bien recuerdo algo, fue ese escote que revelaba unas curvas aun más peligrosas. Sus ...