1. Obsesionado con las tetas


    Fecha: 18/03/2018, Categorías: Sexo con Maduras Autor: Vallekanito, Fuente: SexoSinTabues

    ... era un ama de casa normal y que no sospechaba que en ese momento me estaba corriendo pensando en ella. La cosa siguió más o menos así durante la primera adolescencia, mi paja o pajas diarias pensando en ella, sobre todo cuando la veía con alguna ropa nueva, mi vista se iba hacía sus pechos para ver como se los remalcaba y la siguiente paja era pensando en ella con esa ropa puesta. Lo que fue cambiando según cogía experiencia en la vida era la forma de follármela, a perrito con sus tetas colgando, dándola por el culo, haciéndome una buena mamada y sobre todo mi obsesión una buena cubana y dándome lengüetazos y siempre empezando en la cocina para luego irnos a su cama. Un día el listón subió sobre todo en calidad, estaba con mis padres en su casa y juro que no fue premeditado, me dio un apretón y me tuve que ir al servicio, allí lo primero que vi encima de la bañera fue un sujetador, casi me olvido de a lo que había ido, erección al canto, me senté en la taza del vater, cogí el sujetador y me empecé a tocar con él, solo de pensar que mi polla iba a estar en contacto son sus tetas aunque fuera en diferido, me ponía a cien, mi primera idea fue quitarmelo antes de correrme para no mancharlo, pero me fue imposible, con la excitación que llevaba al tercer meneo la lefa fue fuera dejando la copa del sujetador toda perdida, como pude lo limpié con papel higiénico y dejé el sujetador en su sitio, nunca me dijo nada, pero a partir de aquel dia pienso que la cosa cambió y ella empezó a ...
    ... darse cuenta de lo que había, sobre todo porque cada vez que iba a su casa fingía que tenía que ir al servicio, aunque nunca se repitió la historia. Eso sí, a partir de entonces y tenido en cuenta que teníamos las llaves de su casa para cuando se iba de vacaciones echar un vistazo me las arreglaba para ser yo el que lo echara, iba por la calle casi sin poder andar de la erección que llevaba pensando en lo que iba a ocurrir, llegaba a su casa y me iba directo a su habitación, removía entre su ropa interior para buscar un sujetador o unas bragas, me tumbaba en su cama de matrimonio y me hacía las pajas que más gusto me han dado en toda la vida, ahora mismo cuando lo escribo no puedo evitar la erección al recordarlo. Otras veces no era un sujetador o unas bragas, sino que me iba directamente al armario donde tenía la ropa y allí elegía una falda o un vestido que le hubiese visto puesto hacía poco tiempo, me sacaba la polla y empezaba a retregarmela por la tela, poco a poco para que durase mas, que inmenso placer, ahora si, procuraba que la lefa no los manchase, me retiraba antes de correrme y el chorro caía al suelo, luego un poco de fregona y asunto resuelto. ¡¡¡QUE PAJAS MAS INMENSAS!!!!, ¡¡¡QUE TIEMPOS!!! Con la experiencia y conocimiento que tengo ahora pienso que todo pudo cambiar, para bien o para mal un día que habíamos estado tomando café con un tío mío que había venido de visita, en su casa. A la hora de la merienda toda la familia decidió irse y yo me quedé solo con ...
«1234...9»