1. De vacaciones


    Fecha: 14/03/2018, Categorías: Anal Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... más hasta que sentí su cabeza casi al fondo de la garganta y mis labios le apretaron un poco los huevos. Ahora gemía y me sujetaba la cabeza con las dos manos, mientras yo con mi cara pegada a su vientre sentía su tranca ponerse todavía más dura en mi garganta. Mientras manoseaba a Ramón abrí la boca como pude y en el poco espacio que me dejaba su verga me las arreglé para lamerle las bolas, poniéndolo como loco. Ya había empezado a babearme cuando me soltó la cabeza y yo me la saqué de la boca para empezar a chuparla. Le corrí la piel para atrás un poco más para dejarle la enrojecida cabeza bien al descubierto y me la volví a tragar, pero hasta la mitad, chupándosela despacio sobre mi lengua hasta que la mano de Ramón me llevó la boca hacia la suya. Me la metí enseguida y la chupé a buen ritmo, como él quería. Chupaba y chupaba sin parar, disfrutando de esa buena mamada hasta que me la sacó de la boca para ir a sentarse sobre la cama. Lo seguí hasta ahí y tras ponerme en cuatro patas con mi vientre pegado a los pies de la cama, quedé con boca a escasos centímetros de su pija endurecida. Volví a chuparla mientras las manos de Mario me separaban las nalgas buscando mis agujeros. Mi vaginita, húmeda de la excitación, se abrió entera para sus gruesos dedos que la fueron penetrando de uno en uno hasta entrar de a dos y hasta de a tres, llevándose sus jugos para untármelos en el esfínter, que ya iba cediendo casi sin esfuerzo. Finalmente, también mi culito fue invadido por ...
    ... esos dedos que los llenaban entrando y saliendo de ellos, haciéndome calentar al máximo.
    
    Creo que ninguno de los dos pudo más, y me di vuelta para pedirle que me atraviese el culo con la verga.
    
    Enseguida se mojó la cabezota fregándosela en mi concha jugosa y la apoyó directamente sobre mi esfínter, empujando sin parar para abrirlo por la fuerza y empezar a enterrármela con dolores y un poco de trabajo.
    
    Al sentir las puntadas del dolor y ver que no paraba solté varios chillidos, pero Ramón los ahogó con su pija en mi garganta, presionándome la cabeza hacia abajo. Al ver que no estaba lo suficientemente lubricada, sacó la verga y escupió sobre mi esfínter medio colorado, y tras meterme un dedo de nuevo volvió a apoyar la cabeza en mi culo para un segundo intento. Entre gemidos de dolor empezó a atravesarme y al ver que mi culo se había aflojado un poco, y con un envión fuerte de Mario se abrió hasta hacerme doler, dejando entrar esa tremenda verga de un solo tirón y hasta el fondo.
    
    Las exclamaciones de placer de Mario por habérmela metido hasta las entrañas eran de las más variadas, mezcladas con comentarios obscenos sobre cuanto disfrutaba abrir con su verga mi estrecho culito. Con el ano demasiado dilatado y bastante dolor seguía chupándole la pija a Ramón sin parar, que se retorcía de gusto sobre la cama. Mario se quedó quieto unos minutos, empalándome con toda su pija clavada en lo más profundo de mí, hasta hacerme sentir sus huevos en la entrepierna, para luego ...
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