1. El amo de Silvia (Parte 1): El primer castigo


    Fecha: 28/02/2018, Categorías: Gays Autor: dulces.placeres, Fuente: CuentoRelatos

    ... otra vez por sus espaldas, recriminando el error, pero ella nada, nada de nada, mi vista sin querer fue sobre mi escritorio y entre tantas cosas estaba una vieja regla de madera de cuarenta centímetros, y tomé la decisión, la sacudí con fuerzas un par de veces, haciendo sentir ese zumbido de la madera cortando el aire, y le dije
    
    Comprenderás que debo castigarte, no es algo que me guste, pero esto no puede repetirse…
    
    Silvia parecía una estatua, puse mi mano en su espalda y la empujé suavemente hacia adelante, hasta que sus brazos quedaron sobre el escritorio, encorvada de tal manera que su culote se hizo gigante sobre mi lado, estaba ten vulnerable…
    
    Solo le di un fuerte reglazo en el culo, ella apretó los puños y no pudo contener un ‘ayyyy’ profundo que quedó flotando en el aire, a lo que recriminé
    
    No te quejes, te lo mereces…
    
    Probé suerte con un segundo golpe, ahora más fuerte, ella volvió a apretar los puños, pero mordió sus labios, y esta vez apenas escuché un ‘mmmm’ disimulado.
    
    Y fue excitante, con seis fueron suficientes, seis reglazos para dejar seguramente su culo marcado, y para terminar con una loca erección entre mis piernas…
    
    Terminado el castigo, la hice incorporar, ella notó mi bulto bajo el pantalón, pero no dijo nada, ella nunca decía nada…
    
    Silvia era excelente en lo suyo, una perfecta computadora, hasta ese día, después de ese día, al poco tiempo ella cometió un nuevo error, lo que llevó a un nuevo castigo, y un tercero, y un cuarto, ...
    ... hasta que comprendí que ella era demasiado inteligente, y que sus errores no eran errores, ella lo hacía con intención, solo para disfrutar mi castigo.
    
    Fui yo quien jugó la siguiente carta, tenía que asegurarme de no estar equivocado y estar sacando conclusiones equivocadas, así que decidí hacer algo diferente.
    
    Esa mañana ella vino a mi despacho, una nueva falla implicaba un nuevo castigo, yo me mantuve pensativo, hice un poco de tiempo como meditando algo que ya había meditando previamente, le miré y le dije
    
    Está bien Silvia, he sido duro contigo, y la verdad… todos cometemos errores, puedes volver a tu escritorio y no te equivoques la próxima…
    
    Fue la primera vez que Silvia perdió su eje y su postura, esto no estaba en sus planes, me miró fijamente como nunca lo había hecho, y se inclinó sobre el escritorio sin que yo se lo pidiese, y me dijo en tono de reclamo
    
    Pero señor Heller, no va a castigarme? Es que creo que merezco un castigo ejemplar…
    
    Pero ese día su castigo sería que no habría castigo, y de hecho, fue su peor castigo, en lo que quedó de jornada se mostró molesta, irrisible, y pareció fuera de control, lo que provocó en mí una satisfactoria risa interior…
    
    El jueguito de los azotes con la regla de madera había empezado a hacérseme un tanto costumbre, tenía que ir por algo diferente pero no sabía bien que…
    
    Así que esa tarde, caminando por las calles de mi ciudad, de casualidad pasé por un sex shop un tanto oculto, y fue cuando lo relacioné con mi ...