1. Andrés u su amigo africano


    Fecha: 24/02/2018, Categorías: Sexo con Maduras Voyerismo Sexo Interracial Autor: Anitaslut44, Fuente: xHamster

    ... entrepierna y comenzara a tocarse.Se inclinó sobre el respaldo, levantando el breve vestido dorado y sacando la cola, mostrando que estaba lista para ser penetrada. Sus labios vaginales se veían bien estrechos, pero totalmente humedecidos por la excitación que le había producido chupar esa gigantesca verga negra.El africano me miró como pidiendo autorización y se aproximó lentamente, sosteniendo su enorme verga erguida con ambas manos.Luego muy suavemente apoyó la punta oscura sobre los labios vaginales que se le ofrecían tan descaradamente.La penetró muy suavemente, solamente el enorme glande al principio, para ver la reacción de Anita ante semejante invasión. Ella no se quejó, simplemente dejó escapar un suave gemido, dando a entender que no le dolía ese tremendo grosor.El negro entonces empujó un poco más adelante sus poderosas caderas, haciendo que Ana esta vez abriera la boca sin emitir ningún sonido. Enseguida se retiró por completo, pero mi esposa le indicó por señas que volviera a penetrarla…Yo sabía que a ella no le importaba si esa verga la desgarraba, quería que la cogiera bien duro y hacerla gozar como a una perra.O’Kono entonces se impulsó hacia adelante otra vez, llegando hasta el fondo de esa lubricada vagina en una sola embestida.Anita comenzó a jadear y gemir a buen volumen, gritando que siguiera así, mientras empujaba sus suaves caderas hacia atrás, al encuentro de esa gigantesca serpiente negra que ahora brillaba cubierta con los flujos vaginales.El negro ...
    ... era incansable. La cogió durante un largo sin cambiar de posición ni decaer en el ritmo, mientras mi mujer alcanzaba al menos cuatro orgasmos; algunos temblando en silencio y mordiéndose los labios. Otros aullando a todo pulmón.De repente el negro sujetó a mi esposa firmemente por las caderas y lanzó un gruñido salvaje, dejando saber que había acabado en el fondo de esa hermosa concha. Luego se quedó unos instantes muy quieto, sintiendo su semen inundando el cuerpo de Ana.Finalmente se la sacó muy lentamente, mientras ella gemía suavemente. Mi esposa descansó unos instantes recuperando el aliento y luego se fue moviendo sus caderas rumbo al baño…Eduardo volvió a sonreír, comentando jocosamente que ahora mi mujer se iba a convertir en una adicta a las grandes pijas negras.Lo mandé al carajo a ese imbécil; pensando en ese pedazo de pija negra que había disfrutado Anita en su deliciosa concha.El negro me agradeció que le hubiera permitido cogerse a mi esposa y se despidió muy alegremente, llevándose del brazo al hijo de puta de Eduardo, antes de que ese turro pudiera decir algo…Yo cerré la puerta detrás de ellos, y respiré aliviado, pensando que iba a poder disfrutar de la cola de Anita, calculando que su concha castigada por esa enorme verga negra estaría imposible de tocar por varios días.Ana salió del baño un poco decepcionada al ver la ausencia del mecánico y su amigo africano; pero enseguida su bello rostro se iluminó cuando me desnudé y vio lo que yo tenía para darle…Me ...