1. Andrés u su amigo africano


    Fecha: 24/02/2018, Categorías: Sexo con Maduras Voyerismo Sexo Interracial Autor: Anitaslut44, Fuente: xHamster

    Después de ese brutal maltrato callejero que había sufrido Ana; todo organizado por el mecánico para darle un escarmiento, las cosas continuaron a un ritmo más o menos normal, o eso era lo que yo quería creer.Una tarde terminé mis tareas en la oficina antes de lo previsto y regresé a casa más temprano.Me extrañó el hecho de no encontrar a Anita en el comedor o la cocina a esa hora, así que subí a nuestra habitación a cambiarme.Ya desde la escalera pude oír los inconfundibles gemidos y jadeos de mi mujercita cuando alcanza un orgasmo.Me preparé para lo peor: otra vez encontraría al hijo de puta de Eduardo cogiendo a Ana en cuatro patas, pero no fue así.Mi esposa estaba sobre nuestra cama marital, boca arriba con sus hermosas piernas bien abiertas, los ojos cerrados, vestida solo con una liviana camiseta de algodón, que dejaba adivinar sus oscuros pezones bien erectos por la excitación.Estaba metiéndose un enorme consolador negro de látex en su delicada concha, mientras gemía suavemente de placer.Me quedé observando la escena desde la puerta, mientras sentía que mi verga iba despertando ante tan espectacular visión.Ana abrió sus ojos y me vio, pero no se detuvo, sino que continuó dedicándose de lleno a su placer.Unos instantes después su escultural cuerpo se arqueó hacia arriba y dejó escapar un intenso gemido, denotando que su nuevo juguete había cumplido muy bien su función.Me acerqué a besarla, mientras le acariciaba el clítoris inflamado, sintiendo la humedad de sus ...
    ... fluidos, que ya se deslizaban sobre las sábanas. Le pregunté por ese nuevo juguete, para mi hasta hoy desconocido y entonces ella dijo que lo había traído Eduardo.Le pregunté cuándo había venido, con cara de preocupación.“Hace un rato. Vino a hacerme la cola otra vez y me trajo este regalito para que juegue yo sola con mi concha...”No le creí, diciéndole que era una broma, pero por toda respuesta Ana se puso boca abajo y tomó una de mis manos, haciendo que metiera mis dedos entre sus firmes cachetes...Era verdad, tenía el ano totalmente dilatado, donde mis dedos entraban con toda facilidad, pudiendo sentir el semen todavía fresco, desparramándose por esa delicada y suave raja.Me puse totalmente loco, otra vez ese hijo de puta le había roto el culo a mi esposa sin mi presencia; sentía que era una traición…Ana me dijo que se sentía muy caliente y no había tenido paciencia para esperarme hasta la noche; por eso había llamado a Eduardo.Mi dulce mujercita se preocupó al verme tan furioso, así que se acercó a mi bragueta para liberar mi endurecida pija y me dijo ronroneando que su cola estaba llena de semen, pero Eduardo la había sodomizado sin pedirle sexo oral; por lo tanto su delicada boca estaba sedienta, lista para recibir algo bien duro y grande.Mientras me susurraba todo eso, me chupó la verga hasta hacerme acabar en sus labios. Ya no pude protestar más.Un rato después, mientras Ana seguía masturbándose con su nuevo aparato bajo la ducha, llamó el mecánico, preguntándome si ya ...
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