1. Andrés u su amigo africano


    Fecha: 24/02/2018, Categorías: Sexo con Maduras Voyerismo Sexo Interracial Autor: Anitaslut44, Fuente: xHamster

    ... había visto como le había dejado la cola bien abierta y rota...Lo insulté con todo lo que se ocurrió, recordándole nuestro trato de estar siempre presente cuando él quisiera coger con Ana.Pero lo único que logré fue hacerlo reír a carcajadas.“Para que no te enojes, Víctor, esta noche llevo otro amigo…”Eso me excitó bastante y me calmé. Quedamos entonces que vendría a la noche a enfiestar a Ana con otro de sus amigos.Ella quedó enloquecida con la novedad y pude escuchar a través de la puerta del baño como alcanzaba otro de sus increíbles orgasmos mientras seguía jugando con esa cosa bajo la ducha.Después de cenar subió a vestirse para la ocasión. Cuando volvió a la sala sentí otra vez que mi verga comenzaba a despertar en una nueva y dolorosa erección.Llevaba nuevamente ese diminuto vestido color dorado, bajo el cual parecía ir completamente desnuda, unos altos zapatos de taco con tiras que rodeaban sus perfectas piernas, enfundadas en medias de nylon que resaltaban su firmeza.Estaba realmente muy sensual y deseable; me daba bronca que esa noche fuera a disfrutarla un desconocido.Finalmente aparecieron Eduardo y su amigo. Esta vez se trataba de un macizo hombre de raza negra, nigeriano, que casi no cabía por la puerta. Sonrió mostrando todo el esplendor de su blanca dentadura cuando vio de cerca a Ana, ya desnudándola con la mirada y calculando la forma en que iba a cogerla.Creo que mi esposa debe haberse mojado encima cuando vio el tamaño de negro que tenía adelante. Por mi ...
    ... parte, ni quería imaginarme el pedazo de verga que calzaría semejante gigante. Realmente la iba a destrozar a mi mujercita si quería sodomizarla.Eduardo adivinó mi preocupación y se acercó a decirme:“No te asustes, el negro dice que no es de macho dar por el culo”.Pero me aclaró que si su amigo se lo perdía; él después disfrutaría de esa apretada entrada trasera de mi mujercita…O’Kono, que así se llamaba este monumento de ébano, no quería perder tiempo en preliminares; simplemente se quitó su remera, dejándonos envidiar su musculoso torso y luego se desprendió los pantalones, liberando una gigantesca serpiente oscura negra que parecía una pija... o era al revés? De todas maneras, era enorme.Ana en silencio se acercó y se arrodilló frente a él, lista para practicarle una buena mamada, aunque iba a ser difícil…Mi esposa comenzó a recorrer con su delicada lengua ese tremendo pedazo de carne de color negro. Todavía estaba en reposo, pero ya era una cosa realmente inconmensurable.Ella intentó meterse esa pija dentro de la boca pero no lo logró, así que el amigo africano debió conformarse con una buena lamida, la mejor que debe haber recibido en toda su vida.Luego de un buen rato de frustrados intentos de rodearla con los labios de Anita, el negro dijo que estaba listo, con su verga durísima, dispuesto a disfrutar de la húmeda concha de mi esposa.Ana entonces se puso de pie y felinamente caminó hasta el sofá.Balanceó sus caderas a propósito, provocando que el mecánico se tomara la ...