1. La reeducación de Areana (17)


    Fecha: 19/02/2018, Categorías: No Consentido Autor: señoreduardo, Fuente: CuentoRelatos

    ... Areana?
    
    -Sí, no te preocupes, estoy re caliente pero me va a gustar ver cómo le das a esta vieja, seguro que me voy a calentar más todavía. –contestó la chica y propuso:
    
    -Pero creo que mi compañerita de colegio debería mirar, ¿no te parece?
    
    A Milena se le iluminaron los ojos con un brillo perverso y dijo:
    
    -¡Claro que sí! Ocupate, tenés pasta de Ama vos. Sujetala y que mire mientras yo le caliento el culo a rebencazos a su mamita.
    
    Mientras Milena tomaba a Eva como si fuera un paquete y la colocaba de rodillas al borde la cama ordenándole que se inclinara, Lucía hizo arrodillar a Areana y le sujetó la cabeza con la cara hacia su madre y mientras Milena iba en busca del rebenque se quedó pensando en eso que había dicho la asistente: “tenés pasta de Ama vos”… La frase sonaba en su mente una y otra vez provocándole una extraña tensión en el estómago y cuando volvió Milena le dijo sin dejar de sujetar la cabeza de Areana:
    
    -¿En serio me ves pasta de Ama?
    
    Milena apartó la mirada cargada de deseo del culo de Eva, ofrecido e indefenso y le contestó:
    
    -Claro que te lo dije en serio, te comportaste como un Ama con tu compañerita y te la vas a coger como coge un Ama. –y soltó una risita malévola.
    
    -Es que, ¿sabés?, nunca creí que disfrutaría tanto con esto, no solamente por estar vengándome de esta basura, sino por dominarla, por hacerle lo que se me antoja, por tenerla en mi poder, ¿entendés?
    
    -Lucía, vos sos Ama, aunque no hayas tenido experiencia hasta ...
    ... ahora sos Ama, creeme.
    
    -Entonces después hablemos, Mile.
    
    -Sí, después hablemos, Lu. Ahora sigamos con estas dos mierdas.
    
    -Me encantó eso de mierdas.-dijo riendo Lucía.
    
    -Es que no son otra cosa, querida. –dictaminó Milena y alzó el brazo para asestar el primer rebencazo mientras Areana miraba con dolor a su madre a merced de la asistente.
    
    Ese primer azote, dado con mucha fuerza, le arrancó a la pobre Eva un grito de dolor. Milena sabía que ella su hija gozaban de determinado nivel de azotes, cuando tenían la fuerza justa como para equilibrar dolor y placer, pero esta vez Milena no se proponía que Eva gozara. No era una azotaína erótica ni mucho menos y sintió que le hubiera gustado rebenquearla hasta despellejarle las nalgas, si no fuera porque eso la dejaría imposibilitada de recibir a las visitas durante varios días. Pues bien, iba a contener su deseo de despellejarla, pero de todas maneras no se la llevaría de arriba.
    
    -Esta noche vas a tener que dormir boca abajo, perra indisciplinada. –dijo con rabia y siguió azotando ese soberbio culo que de a poco iba perdiendo su blancura para ir tomando una coloración rosada y luego cada vez más roja, mientras la pobre Eva no dejaba de gritar y de mover sus amplas caderas de un lado al otro, aunque tratando de no corcovear demasiado después de que la asistente le formulara una dura amenaza:
    
    -¡Como sigas moviéndote te voy a meter el mango del rebenque en el culo, puta de mierda!
    
    Mientras tanto, con Eva aullando sin ...
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