1. Nadia, Natalia y yo segunda parte


    Fecha: 10/02/2018, Categorías: Dominación / BDSM Autor: Jessica.velatti, Fuente: SexoSinTabues

    ... comedor chica, al fondo había un cuarto y la cocina. Nada más. En la calle pasaba mucha gente y al lado de la puerta abierta estaba una ventana con las cortinas abiertas, así que me sentí muy expuesta cuando me quite la ropa y me quede en mi interior de encaje. Me acerque a él y me comenzó a tocar—Mámame la verga—Ordeno y lo hice. Mientras lo hacía comenzó a explicarme mejor y con más detalle de que se trataba, era mucho, cosas que no me imaginaba cuando escuchaba esclava o sumisa, también me dijo que quería que le ayudara a que Natalia y Nadia fueran suyas también. Todo mientras se lo chupaba. Algo que me explico es que lo más importante para mi iba ser pensar en complacerlo, en hacer todo por él y su placer, lo demás me lo guardo para no hacer el relato tan largo. Al finalizar se corrió en mi cara, me ordeno no limpiarme la cara, después me dijo que mi obligación era limpiar su casa, barrer, trapear, lavar trastes, etc. Me quede perpleja, jamas en mi vida había hecho eso, eso lo hacia la criada—Ahora tu eres mi criada. Investiga cómo hacerlo pero no te vas hasta que acabes—así que busque la información desde mi celular, como trapear, como tender una cama, como hacer todo. Lo hice en ropa interior y con la cara llena de leche. Tuve que salir de la casa al patio delantero a llenar la cubeta. Todos me vieron, hubo chiflidos y me dijeron cosas asquerosas. Javier solo se reía. Durante todo ese tiempo se la paso viendo partidos de futbol Al terminar me dijo—aprende a cocinar, ...
    ... ya vete No me vas a follar?—Le pregunte sorprendida Cogerte es un regalo que debes ganarte—me respondió—ya vete. Entonces me fui a mi casa, yo estaba cansada y tenía muchas ganas de sexo. Mi novio ya no me complacía así que agarre mi consolador. Descubrí que ya no me complacía tampoco. Trate recordando aquella noche pero algo faltaba. Pase tres días pensando en eso, con ganas de coger y sin que nada me complaciera. Él no me marcó de nuevo. Fue hasta que yo le marque desesperada y le pregunte si ya no me iba a ver. Me respondía que no tenía ganas. Cada día le marcaba y me decía que no tenía ganas de verme, mi calentura creció y creció hasta que finalmente en cuanto contesto le suplique, por favor follame, follame. Viólame por favor. Fue hasta que le rogué que aceptó. Fui a su casa. Me ató en su cama con el culo en alto y la cabeza al borde, lo brazos estirados atados a las patas dela cama. Antes de darme una cogida monumental y deliciosa me dijo—me rogaste por que el sexo es tu vicio, es tu vicio porque es para lo único que sirves, solo tienes un uso y es ser penetrada. Dime que eres mi puta, mi perra y para que sirves. Soy tu puta, soy tu sucia perra y sirvo para que me uses y complacerte—Le dije. Me sentí humillada y también muy excitada. Me metió un pug anal, me folló la boca mientras me daba las nalgadas más duras que podía, me penetro la vagina, el culo, se vino cuatro o cinco veces en mi cara. Se iba a tomar cerveza y regresaba a follarme, me mordía el culo, metió una ...