Pregunta Comprometida 5 - Relatos Eróticos

Pregunta Comprometida 5

... «¡Es qué me gusta tanto!»

-¡La nena parece multi orgásmica! ¡Seguro que hizo felices a todos los varones con los se encontró en la vida! – Yo coincidí con Laura. – Te aseguro, mi amor, que cuando yo tardo demasiado me preocupa.
-¿Te parece qué no te hago gozar? – En realidad tendría que decirle: “no te hacen gozar?”, pero no quería ir más allá de nosotros.
-No, no. Creo que es un problema mío. – Laura me besó cálidamente en la boca. – Vos sabés perfectamente que con vos gozo desde el primer segundo, aunque no la tenga adentro, solamente con tus caricias…
-No me parece que tardés mucho. Creo que es el tiempo justo… ¡Si vos acabás muy pronto, a mí también me viene!
-Gracias mi amor. Vos siempre me hacés feliz. – Volvió a besarme, introduciendo su lengua. Su mano no se había apartado de la pija. Acariciaba muy dulcemente.
-Ay Lauri… Así no terminaré nunca…
-¡Jajaja! Bichito calentón…, seguí con el relato…

“Riéndome tome la bombachita y la metí en la boca, chupé bien, toda la tela que estaba mojada. «¿Ves? Ahora no quedó nada. La chupe toda…» «¡Uy Dani! ¿No es feo eso?» «No tesoro. Es lo más lindo. Besarte a vos, lamerte toda, chupar tu ropita… ¡todo es hermoso!» «¡Qué lindo! ¡Qué lindo! ¡Estoy tan contenta!» Era un miércoles. Se me ocurrió un raro intento. «¿Cómo está mamita?» Por allí resultaba. «Uy, tremenda. Insoportable. Me reta por cualquier cosa. Papá no viene desde hace dos semanas…» «¿Qué pasó?» «Nada…, mamá me dijo que lo mandaron a otro lado, cuando estaba ...

... por venir. Yo te dije, cuando viene papá, mamá está muy contenta…, pero cuando no viene se pone mal… y yo pago las consecuencias. ¡Ahora me tiene loca con la escuela!» «Bueno, tenés que estudiar…» «¡Pero yo estudio!» «Ya va a pasar. Vas a ver. Mañana a la mañana no voy a la escuela. Hay desinfección, o algo así. A la mañana no voy…, pero sí a la tarde, a taller.» «¡Qué lástima!» «¿Por qué?» «Si mamí me deja quedarme, puedo estar con vos.» «¡No tenés que faltar a la escuela! ¡De ninguna manera! Es lo último que tenés que hacer…» En eso la mamá la llamó. «¡Me tengo que ir! ¡No te veo hasta el viernes!» «Pasa pronto.» «Dame un beso.» Nos besamos. Micaela había aprendido muy bien a meter la lengua. Me abrazó por el cuello. La tomé por los glúteos y la levanté. Me rodeó con sus piernas. ¡Esta nena es una loba!
“Resultó. No sé qué le dijo Denisse a mamá, pero a eso de las diez de la mañana vino a mi pieza. «Hola Dani, buen día. ¿Cómo estás?» «Bien, muy bien. Aprovecho que no voy a la escuela a adelantar algunos dibujos.» «¡Jajaja! Parece que Mica te tiene muy ocupado.» Nos sonreímos los dos. Todo está bajo control. «¿Podés venir a arreglarme un caño que se salió de la pileta de la cocina.? Yo no puedo colocarlo…» Y me guiñó un ojo. «Si, claro. Ya mismo voy.» «No te preocupés. Cuando podás.» Entendí que no quería que vaya con ella. Esperé unos minutos y le dije a mamá que Denisse me pidió si le podía arreglar un caño.» «Sí, me dijo. Andá nomás.» Pasé por la puertita que tenemos en ...