1. Soy Camila y ella es mi mamá.


    Fecha: 13/09/2021, Categorías: Primera Vez Tus Relatos Autor: DonHistoriador, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X

    ... moría de vergüenza cada que mi conciencia regresaba y se daba cuenta. Ya se notaba un bulto en el pantalón de mi vecino de tamaño considerable. Y yo ya podía imaginarme la vista que tenía el señor Víctor desde el lugar en el que estaba, estando yo de pie, un poco inclinada hacia adelante, dejando mis tetas a total disposición visual mi coño goteando y un viejo follándome desde atrás.
    
    EL brujo estuvo así por casi 25 minutos, yo ya no sentía nada y mi vecino hace diez minutos se la había sacado para meneársela con mucha paciencia. No era tan grande como la del brujo que me estaba cogiendo, pero sí que era muy ancha como la del negro. Yo trataba de mirar a cualquier lado o cerrar los ojos, pero las sacudidas que me daba no me dejaban muchas opciones. Hasta que finalmente eyaculó todo lo que pudo en mi recto, no se contuvo nada porque mientras terminaba todavía me daba unas últimas penetraciones.
    
    Mi espalda y piernas me dolían, ni que decir de mi culo. Caí sobre mis piernas, mientras mi recto era una fuente de semen. Manché buena parte del piso. Ya quería irme cuando la señora me dice:
    
    -Niña, levántate! Quién te has creído para descansar en medio de una sesión.
    
    Ya me estaba molestando que me trataran de niña o chiquilla, ya no lo era, quizás al lado de ellos sí, pero no me consideraba ya una puberta. Así que me levanté con mi orgullo para demostrar que no estaba derrotada.
    
    -Muy bien, niña, todavía falta que el aprendiz haga lo que hizo el brujo. 
    
    Yo no lo podía ...
    ... creer. Acaso iba a meterme todo eso en el culo? Estaban locos? Ese hombre tranquilamente podría empalarme el culo con eso y levantarme sin usar los brazos mientras me ondea como bandera. No lo iba a permitir. El brujo dijo:
    
    -Estoy un poco cansado, voy a darme un baño. Moise, ya sabes lo que tienes que hacer
    
    Moise asintió y se puso detrás de mí. Yo sabía lo que se venía y traté de hacer algo, pero mi cuerpo no respondía. Don Víctor se levantó aprovechando que no estaba el brujo y me tomó de la cintura
    
    -Qué te han hecho, Camila? Tu cara es un poema. Tranquila, tu vecino va a ayudarte
    -Esto todavía no acaba -interrumpió la señora-, es el turno de Moise.
    
    El negro se levantó, y aprovechando que yo estaba apoyada por el señor Víctor, aprovechó en levantarme el culo y él flexionar su piernas, para colocar la cabeza de su pene en mi entrada trasera. No lo podía creer, lo iba a hacer mientras me soportaba mi vecino. Con el semen del brujo aprovechó y me lo fue hundiendo centímetro a centímetro. Cada empellón que hacía, también movía a mi vecino quien podía ver perfectamente cómo me estaban metiendo tremenda barra de carne. Yo apretaba la mano del señor Víctor para resistir el apuro que tenía Moise. Acaso se podía ser tan bruto con una virgen?. Mi vecino parece que le dolía lo mucho que lo apretaba, así que tomó mi mano y lo llevó a su pene que estaba muy duro. Mi mano no llegaba a envolverla y por su dureza imagino que no le causaría tanto dolor como en su mano, así que ...
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