Pregunta Comprometida 4 - Relatos Eróticos

Pregunta Comprometida 4

... estando parada y girando alrededor de la mesa de dibujo no hubo problemas. Un buen día me pidió que la alzara hasta mi falda para ver mejor los dibujos. Lo hice una vez, unos pocos minutos… «Micaela, tesoro, no puedo tenerte más tiempo. Así no puedo dibujar.» Varias veces lo hizo, hasta que se me ocurrió darle unas revistas de historietas. Micaela leía muy bien, teniendo en cuenta que solo estaba en tercero. Eso la entretenía, por suerte, pero cada día lo primero era que la alzara un ratito para “ver los dibujos”. Un buen día, bastante caluroso, yo estaba con un pantaloncito de futbol…
-¡Cómo estabas cuando…, a Noelia…, bueno, le hiciste “pupa”!
-¡Jajaja! Siiii… más o menos… Sigo con la “historia”…
	“Estaba con los pantaloncitos y el torso desnudo… ¡Un calor tremendo! En ese momento, no entendía por qué, qué pasaba…, varias veces le pedí que se bajara, y ella me pedía un poquito más… ¡y se comenzó a mover! En una palabra: ¡me refregaba el culito en mi regazo! Me acuerdo como hoy. Era martes. Los lunes y jueves tenía ocupadas las tardes, pues iba al “taller” de la escuela, la clase práctica. 
“Yo insistía para que se quedara quieta… pero nada. Se apoyaba de espaldas sobre mí y acentuaba la refregada. «Mica, por favor, no puedo hacer el trabajo para la escuela…» «¡Un poquito más Dani! Un poquito… ¡me gusta mucho!» «¿Qué te gusta? ¿El Dibujo?» «No. Me gusta mucho “acariciarme” la cola contra vos… y sentirte así, como ahora…» ¡Y “clavó” el culito contra mí! «Pero Mica, ...

... tesoro… ¿dónde aprendiste eso?» «¡Se lo vi hacer a mami sobre papá! ¡Y les gusta mucho, a los dos! Se ríen… y papá le besa el cuello y las orejas…, y luego se paran y se van al dormitorio… ¿A vos no te gusta?»
-¡Y vos ya estabas al palo! ¿No? – Laura no perdía nada. Allí su caricia fue más efectiva… sobre mi pija… que también estaba al palo. - ¿Ves? ¡Así estabas!
-¿Qué te parece? ¡No soy de “fierro”! – Besé a Laura en la boca. – Pero tenés que dejarme terminar con el relato…
	“Efectivamente, la tenía “acomodada” entre sus nalguitas. ¡La nena se había “acomodado”! ¡Era una locura! Menos mal que tenía su pollerita… «¿Vos estabas allí, mirando?» «No, ellos me mandan a dormir…, pero los espío…» «¿Por qué hacés eso?» «Porque me gusta ver a mami tan contenta cuando está mi papá. ¡Y también los espío cuando están en la cama!» ¡Uy dio! Esta nena es tremenda, pensé yo. Micaela seguía refregándose sobre mi pija. «Dani, me gusta mucho estar así. Mami le dice a papá que se siente muy lindo… ¡y es cierto! ¿No me das unos besitos en el cuello? Quiero saber cómo se siente…» «¿Tu mamá o tu papá nunca te besaron en el cuello?» «Si, pero si me besás vos estoy segura que va a ser más rico. Dale… ¡dame un besito!» Yo estaba muy confundido. Me gustaba mucho sentirla así, pero tenía un miedo bárbaro de hacerle algo… ¡no poder contenerme! Pero… aflojé. Le besé el cuello, muy suavemente…, y luego el lóbulo de una orejita…, y Micaela se estremeció. ¡No tenía la menor idea de que alguien de su edad ...