1. LOS 7 PECADOS SEXUALES 2


    Fecha: 31/01/2018, Categorías: Dominación / BDSM Autor: Beto43286158, Fuente: SexoSinTabues

    ... contestar solo lo necesario y hacer exactamente lo que ordena. -¿Es verdad que Raúl estaba teniendo sexo en un parque exhibiéndose frente a toda la gente? -Sí señor. -Vamos al cuarto. -Sí señor. –contesto y comienzo a caminar sin levantar la mirada. El cuarto de la mi casa estaba construido con algunas modificaciones que Pedro especialmente mandó hacer. La puerta era doble con espuma en medio que impedía la salida de los ruidos hacia la casa, y las ventanas que daban al patio eran cristal doble de 10 milímetros con una capa de silicón en medio que impedía al igual la salida de ruido hacia fuera de la casa. Abrió uno de los cajones de abajo del ropero con una llave que traía en su bolsa, comenzó a sacar una gran cantidad de sogas, algunos ganchos, unos grilletes, unas esposas y un par de varas forradas de cuero. Me colocó en el centro de la habitación, y dijo muy serio: -Mírame a los ojos. - Obedecí, me desnudó muy rápido, elevó mis brazos hacia los lados, comenzó a enrollar cuidadosamente una soga alrededor de mi torso, por encima de los senos y por debajo de los brazos, enrollándome en un perfecto espiral hasta llegar a mi cadera, con la única excepción de dejar una abertura para que mis senos, aunque grandes ya un poco afectados por la gravedad y la edad, se asomaran voluptuosamente. Tomó otras sogas mas delgadas y comenzó a embobinar mis pechos uno a uno desde su base con tal firmeza que cuando llegó a la mitad de ellos, logró hacerlos parecer como un pequeño cono para ...
    ... nieve de con una enorme bola de nieve sabor mora, esto por su color entre rosa y morado. Con una pequeña cereza encima cubierta de chocolate. Dolía, en realidad, bastante, y me encantaba ese dolor. Colocó sus brazos en mis hombros, y empujó lento pero con mucha fuerza hacia abajo, entendí inmediatamente que tenía que bajar, así que me arrodillé en la pequeña alfombra al centro del cuarto. Volvió a empujar, y en esta ocasión entendí que me recostara en el suelo, quedé boca abajo, frotó mi cuello con ambas manos firme, pero dejándome respirar normalmente, en seguida tomó una soga de mediano grosor y le dio 4 vueltas a mi cuello, con un extremo de la soga enrolló mi mano izquierda hasta el codo, con el otro, la derecha, después juntó mis codos a mi espalda y comenzó a enrollar mis dos antebrazos juntos. Levantó mi pierna izquierda y casi en la ingle enrolló una bobina de solo unos 10 centímetros de ancha, tomó el tobillo de la misma pierna y jaló muy fuerte hasta que este quedara tocando con mi nalga, y con la misma soga lo enrolló y amarro impidiendo que esta pierna se pudiera desdoblar. Después enrollo otra soga y la última a mi otro tobillo que aún estaba libre. Encima de mi había un raro candelabro, que soldado con placa de acero a la estructura de la casa tenía la fuerza de soportar hasta 1 tonelada de peso. De una de las puertas del ropero extrae el extremo de un cable de acero, y poco a poco lo estira hasta que con la ayuda de una silla este cable pasa atreves del candelabro ...