1. LOS 7 PECADOS SEXUALES 2


    Fecha: 31/01/2018, Categorías: Dominación / BDSM Autor: Beto43286158, Fuente: SexoSinTabues

    La cafetera arroja las últimas gotas de café y el aroma a mañana invade la cocina, no he dormido del todo bien, pues era la primera noche que Brenda, mi hija, no dormía en nuestra casa, según ella ya era grande e independiente al cumplir sus 20 años y buscaba algo de “privacidad”. Pero lo que era peor, Raúl que se suponía que sí vivía en casa, no había llegado anoche. En ese momento suena en teléfono y antes que termine siquiera el primer timbrido, como una bala tomo el teléfono y contesto alterada: -¿Raúl? – Del otro lado de la bocina, aunque una voz conocida me responde, no correspondía a la voz de mi hijo. -Eh, ¿Señora Blanca?, Soy el oficial Rodríguez, estoy seguro que ha estado preocupada por su hijo. -Por todos los cielos. ¿Qué ha pasado?- Mi corazón se acelera y siento que me desvanezco. -Su hijo está perfectamente – contesta el oficial – pero la verdad me apena muchísimo lo que tengo que decirle y preferiría que pasara a la oficina antes de que los empleados comiencen a llegar. En ese momento la angustia de mi corazón se convierte entre duda, vergüenza e ira, sin saber a cuál de los tres enfocarme, tomo las llaves del vehículo, y me lanzo a la comisaría siendo solamente las 7 y cuarto de la mañana. Para cuando el reloj marcaba las 8 menos diez, estábamos llegando a casa Raúl y yo. El entre risas, burlándose de mí y yo que explotaba de coraje. -Las vergüenzas que me haces pasar. – Le grito. -Má, no es mi culpa que salgas con la bata de dormir a la calle, y menos ...
    ... a la estación de policía. -Por las prisas y las emociones ni siquiera recordé la forma en que estaba vestida, y como iba por ti, es tu culpa. - Lo bueno es que aún no llegaban todos los empleados – dijo Raúl entre risas – Pero los tres que estaban de guardia no te quitaron los ojos de encima, supongo que Rodríguez por eso no te cobró multa, quizá pensó que de tal palo tal astilla. -Cállate, y deja que tu padre se entere, ya verás. -Mientras no se entere que andabas sin sostén en la comisaría, tus pezones se notaban y hasta casi creo que no tra… ¡ZAZ! Un golpe en seco se escuchó tan fuerte que me asustó, mientras Raúl daba un par de pasos hacia atrás con la cabeza girada a su derecha. Y me vi, con la mano aún levantada y la mirada penetrante en él. Lo había callado de una tremenda bofetada, que la mano me ardía como si la hubiera metido en el fuego. Pero lo que me comenzó a preocupar es que en lugar de sentir incomodidad, fue una sensación de escalofrío que recorrió mi cuerpo, como si me hubieran besado el cuello, y mis pezones se pusieron aún más duros y erectos. Temí que se diera cuenta, pero él no volteó a verlos, en lugar de ello se lanzó sobre mí, tomó mi cabellera y la jaló fuerte hacia atrás. De mi boca, sin pensarlo y mucho menos sin quererlo, salió un sonido tan fuerte que a ambos nos paralizó. No fue un grito, sino un gemido, casi similar a los que hago en el clímax de un orgasmo. No supe que hacer, nos quedamos unos segundos mirándonos a los ojos y en secreto ...
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