1. Me ofrezco para que me folle tu perro


    Fecha: 16/08/2021, Categorías: Zoofilia Tus Relatos Autor: zooman diversion, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X

    ... animal y este se fue disparado hacia Mario, olisqueándole su inundado culo, lameteándoselo así como su enhiesta polla. Pero el macho velludo se incorporó, se arrodilló, acarició al enorme perro y le tranquilizo.
    
    -Sujetadle –pidió a los hombres allí presentes. Dos de ellos se ocuparon de tomar al animal, sujetarle y tranquilizarle, mientras Mario se introducía bajo él y se inclinaba en busca de aquel bulto, el cual rápidamente empezó a crecer y a asomar con unos simples toqueteos. Aquel entrenado animal sabía a lo que venía.
    
    Segundos después, un descomunal pene rojizo e inflamado que soltaba chorros de líquido de manera incontenible, se mostraba ante los ojos de los presentes y del protagonista de la escena.
    
    -¡Joder! –exclamó Mario, alucinado con el tamaño de aquel cipotón. -¿Qué tiene este bicho? –le preguntó al encargado de llevar los perros.
    
    -22 de largo –dejó caer aquel cuarentón de pelo cobrizo, que llevaba gorra y una sucia y arrugada camiseta blanca de publicidad.
    
    -Y de gordo imposible medírselo –sonrió el velludo chico.
    
    Era una de las pollas caninas más gordas y grandes que había visto. Sólo recordaba un par parecidas en algún gran danés y en una ocasión en un enorme Basset, cruzado, en una de aquellas multitudinarias orgías en donde bastantes hombres acudían para ver cómo sus animales reventaban el insaciable culo de Mario o de alguno de sus amigos durante horas. O incluso fines de semana enteros, cuando se volvían medio locos y desquiciados y ...
    ... Jose, el ex padrastro de Mario y salido cincuentón, les invitaba a algún cortijo o casa en el campo de algún grupo de conocidos adictos al bestiality.
    
    Mario meneó el cipote del animal. Aquel era el quinto y penúltimo del día. Lejos quedaría la marca que batió junto a su amigo R., con quien durante tres días colaboró para copular con casi sesenta perros entre los dos. Aunque el número de cópulas se elevaba a más del doble, ya que con muchos de los animales repitieron follada incluso más de dos veces.
    
    Pensarlo le endurecía siempre el rabo. ¡Había sido una locura! Una locura que le encantaría repetir, a pesar de acabar con el culo reventado, en aquella granja, rodeado de hombres desconocidos y amigos, animándoles a ambos a seguir dejándose follar por más animales, tanto por el culo como por la boca, pues en sus bocas entraron, además de pollas de los perros, los cipotes de los dueños y mirones, así como galones de esperma que calentaron sus estómagos.
    
    R., delgado, alto y con su pelo largo y negro, era tan insaciable como Mario. A ambos era difícil hartarles de pollas o de pervertidas prácticas sexuales. Siempre iban un poco más allá y cuanto más cerdo, caliente y morboso, mejor.
    
    Casi sesenta perros habían compartido juntos en aquella hazaña. Con sus pieles arañadas tras tanto empuje, sus cuellos y espaldas llenos de pelos y babas, con sus ojetes abiertos de par en par y chorreando esperma que se cagaban el uno al otro en la boca y que luego compartían en una exquisita, ...