1. Seducida en el súper


    Fecha: 29/01/2018, Categorías: Sexo con Maduras Autor: Lobo Feroz, Fuente: CuentoRelatos

    ... mayúsculas.
    
    Comenzamos un fragoroso toqueteo, compulsiva y ardorosa, excede la medida de una relación ocasional, no es necesario un ser tan experto para sentir que esta mujer busca vengar la desidia marital y la falta de atenciones. Dispuesta a todo, materia dispuesta para ser parte de un aquelarre del sexo. El primer orgasmo fue a pura mano y lengua, chiquito y mezquino en exteriorizar sus emociones.
    
    La voy llevando despacio para que pueda soltarse, trabajando en su conchita, lengua y dedos activos, buscando el tesoro oculto, sacarle ese orgasmo descarado y liberador.
    
    - Vamos mujer, quiero sentirte viva. Deja salir esa hembra oculta…
    
    Sentía el temblor febril de sus besos, lenguas activas, voy al asedio de sus pechos, lamiendo y chupando como un poseído
    
    - Sí, sí, me gusta. Por favor no me dejes marcas. Haz lo que quieras de mí pero por favor no me dejes marcas que se vean.
    
    La prevención era por mi tendencia a morder, le gusta y lo disfruta pero no quiere tener que explicar lo obvio. Los besos y lamidas se repiten y multiplican, la llevo a mi carne inflamada y excitada, impulso a mamar. Saltó de una tímida lamida a una chupada urgente y desmedida, llevándome hasta el fondo de su boca, la retengo hasta bien apretada, retoma su intensa chupada de pija.
    
    Se entregó plena a esa mamada compulsiva, el entusiasmo supera todas las expectativas, responde a los movimientos de la verga. Pierde la timidez, no se oculta, abrió los ojos, necesita sentir el efecto de su ...
    ... mamona, adhiero a su leal entrega, para no sorprenderla aviso que estoy próximo
    
    - Me gustaría venirme en tu boca, lo necesito, lo necesitas.
    
    La mirada dice todo, retoma la forma compulsiva de mamar, la tomo de los cabellos y nos ponemos a tono con los instantes finales, febriles y agitadas convulsiones de la pija, late y larga el chorro de semen, siento el ardor propio de la eyección, fluir abrupto en el fondo de su boca, contengo para evitar se retire, los siguientes no llevan sorpresa, solo más caudal del fluido.
    
    Los últimos estertores de mi eyaculación son contenidos con la mano cerrada sobre el miembro, sosteniendo el glande dentro de la boca. Suelta al prisionero, el semen sin tragar se le escapa por la comisura del labio, lo retiene con el dedo. Liberada de los pudores, abre la boca para mostrar bien cerca el contenido lácteo de mi acabada, le sonrío, traga en dos movimientos, sonríe.
    
    Siente el pudor propio de hacer algo inédito, oculta el rostro en mi pecho, busca contención y comprensión.
    
    Un cigarrillo marca la pausa, el momento de reflexión y confesión. Que no siente culpa por hacer y dejarse hacer, siente su derecho a disfrutar, siente en mí el contenedor de sus emociones, está necesitada de una alegría. Se mira en mis ojos
    
    - No lo hice tan bien como esperabas, primera vez que trago. No fue desagradable, me gustó. Quiero mejorarlo, me vas a dejar hacértelo otra vez?
    
    El pudor de sus palabras refleja la voluntad de agradar, responder con pasión a ...