1. Mamá y las nenas 3


    Fecha: 26/07/2021, Categorías: Hetero Tus Relatos Autor: Caramelo, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X

    ... buenísimo! ¡Me viene!
    -¿Ves? ¡Siempre tenés algo más! 
    Le meto dos dedos en la concha y sigo lamiendo el ano. Ella se relaja… y puedo meter la lengua.
    -¡Qué rico es tu culito, mi amor! – La alabo. Eso siempre da resultado.
    -¿Te gusta papito? ¡Qué lindo!
    	¡Se había preparado! ¡Hasta una cremita perfumada se había puesto en el culo!
    -¡Es tan sabroso! 
    -¿Querés metérmela en el culito, mi amor? – Ahora es ella la zalamera…
    -Luego… Primero quiero la conchita… - Me arrodillé y ella se levantó para besarme. ¡También quería saborearse a sí misma. Luego de intercambiar los sabores de nuestras lenguas, me toma la pija y se la lleva a la boca.
    -¡Si vos me chupaste de nuevo… ¡yo también lo quiero! – Y se dedicó a mamar con lo mejor de ella.
    	Me tiraba de los testículos con su boca y lamía hasta el glande… ¡Una y otra vez! Por suerte no fue muy extensa. Se la sacó de la boca, se arrodilló frente a mí y volvió a besarme.
    -¿Ves? Ahora vos tenés el sabor de tu pija… ¡Jajaja!
    	Se acomodó en cuatro y me ofreció su cuerpo con el culo bien parado. ¡Esta nena la sabía todas! Me apoyé en mis rodillas y apunté a la concha. Recorrí los labios con el glande y acaricié el clítoris.
    -¡Métemela por favor!
    	La introducción la hice lentamente. Me gustaba sentir en la pija los pliegues de la concha, y mirar cómo se abría mientras la pija entraba. Camila se había apoyado en un hombro y girando la cabeza me miraba sonriendo…
    -¡Sííí! ¡Así! ¡Dale despacito! ¡Me gusta! – Su carita es de total ...
    ... felicidad.
    	Cuando mis huevos tomaron contacto con su cuerpo, comencé el bombeo. Primero despacito…, levantando poco a poco la velocidad.
    -¡Ah! ¡Ah! ¡Ah! – Le encantaba gemir sin disimular su alegría, sin bajar el volumen… ¡qué escuche todo el mundo! 
    	Una de sus manos la llevó hasta el clítoris. Se masturbaba siguiendo mi ritmo. Yo empujaba cada vez más fuerte. Camila reculaba al compás. Sin sacarla me recosté en la cama. Quedamos como en cucharita. Así nos podíamos besar al mismo ritmo. Nuestras lenguas se acariciaban y se alejaban. Las estirábamos todo lo posible, para no perder contacto. Una mano la pasé por el cuello y tomé una teta. Con la otra colaboraba con la nena en las caricias al clítoris.
    -¡Ay sííííí! – Era otro orgasmo.
    	Entonces me coloqué boca arriba. Camila se acomodó de espalda a mi rostro y se montó. Comenzó una vibrante cabalgata apoyándose en sus piernas. Yo sentía que mi eyaculación estaba cerca. Hice un movimiento para salir.
    -¿Me la sacás?
    -No. No. Tomala con la mano y metela donde quieras. – Sabía el resultado. 
    	Camila colocó el glande a la entrada del culo. 
    -Hacé como quieras. Sentate de la manera que te guste.
    	Sentí como el glande abría el hoyo. Camila puso sus brazos hacia atrás, apoyándose en mi pecho. Fue bajando muy despacito. ¡Me encantaba! La pija entraba lentamente en el recto. La tibieza y la humedad eran perfectas.  
    -¿Te gusta cómo lo hago, papi? 
    -¡Maravilloso!
    	Cuando los huevos estuvieron pegados a su culo, Cami acomodó sus ...
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