1. infidelidad con el anormal


    Fecha: 08/05/2021, Categorías: Infidelidad Tus Relatos Autor: Anónimo, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X

    ... rato de estas así en esa posición, me hizo bajar mis piernas, y seguía con algo de inseguridad en sus movimientos, ¿qué tienes? ¿qué te pasa? Le pregunté, ¿dónde quieres la leche, en tu chochita, tu cara, o dónde? La quiero adentro, dámela toda, inúndame por favor, le supliqué, se acomodó, comenzando sus movimientos más acelerados y rítmicos, su respiración se comenzó a entrecortar, su cuerpo se empezó a estremecer, se sentía su temblor, sentí en mis adentros, como su miembro parecía crecer con cada bombeo, sentía que su leche salía disparada, al estrellarse en mis paredes vaginales, pronto la entrada de su verga era mucho más suave y fácil por tanta leche,
    
    Fue quedándose más y más quieto encima de mí, sus labios buscaron los míos y nos fundimos en un beso prolongado y por qué no decir, lleno de amor o agradecimiento de ambas partes, él por comerse la esposa del patrón y yo por comerme esa tranca enorme y deliciosa, bien trabajada,
    
    Permanecimos abrazados un lapso de tiempo, me tengo que ir, le dije, voy a comprar unos cosméticos, mi esposo cree que estoy por allá, si quieres te acompaño, me dijo, ¿cómo se te ocurre’, le contesté, es que te quiero regalar algo para que me recuerdes, me dijo, qué amable, le contesté, ya te recuerdo con esa vergota que me enterraste, siguió insistiendo hasta que acepté, nos bañamos, me volví a arreglar y salimos en un taxi juntos.
    
    Obviamente, en el trayecto ya no hubo besos, ni caricias, ni cogidas de la mano, cada uno en su sitio, pagó ...
    ... todo lo que pedí en la tienda de cosméticos, no quiso que yo pagara algo, a pesar de que mi esposo me había dado el dinero, luego fuimos a comer una ensalada de frutas con helado, ¿nos volveremos a ver? Me preguntó, es difícil, aunque a mi esposo le gusta hacer asados con sus compañeros, quien quita y se dé la oportunidad,
    
    La verdad, yo te miraba con la boca abierta desde el primer día que llegué a tu casa, me confesó, como un niño soñaba con poder abrazarte o por lo menos darte un beso, cállate, le dije, soy casada y eso que pasó pues, fue debido a mi curiosidad, pero nada más, mi esposo es un buen tipo y no quiero que sepa nada de esto.
    
    ¿Te puedo llamar entonces? Me dijo, mira, yo tengo una sim card, que coloco en un teléfono que tengo en desuso, por eso mi esposo no sospecha nada, ahí recibo los mensajes y respondo lo que haya que responder, así cuando él está no cojo ese teléfono y puede revisar el que tengo en uso, ahí no hay nada que él le haga dudar de mí, magnífico, me encanta esa idea, dile a mi esposo que cuándo va a hacer un asado, que te invite, que tú das la cuota del trago y la carne, quien quita haya sorpresas para ti ese día.
    
    Recuerdo que llegué a mi casa y por poco se me olvida arreglar la cama, quitar los cubrecamas llenos de semen, de ese semental, vergón y tosco que me había hecho vibrar, gemir y gritar de placer, estoy segura que ese tipo vuelve a estar entre mis piernas, entre mis brazos y dentro de mi rajita, que ya está lista y preparada para ...