1. infidelidad con el anormal


    Fecha: 08/05/2021, Categorías: Infidelidad Tus Relatos Autor: Anónimo, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X

    Hola a todos los lectores, aquí nuevamente Sandra, la zángana, para quienes no me conocen, tengo 35 años, casada, sin hijos, 1,60 estatura, 57 kilogramos de peso, contextura delgada, unas tetas medianas y unas nalgas redondas y paradas que no pasan desapercibidas por la calle.
    
    Quiero contarles que por la pandemia del covid, mi esposo como muchos otros trabajadores entraron en trabajo virtual desde sus casas, él se desempeña en la parte de contabilidad de una empresa de prestigio nacional, tiene bajo su control otros trabajadores que le colaboran en su labor.
    
    Hace apenas un par de semanas, contados desde la fecha de publicación de la presente historia, que sucedió lo que aquí les narro, aclarando que no tengo dotes de escritora ni mucho menos, me expreso lo mejor posible.
    
    Es conocido por todos que en la parte de contabilidad hay épocas del mes y del año que causan más trabajo que otras, mi esposo sentado en la sala de la casa, con un escritorio lleno de facturas, contratos, documentos de toda clase, organizando y haciendo su trabajo, 
    
    Era asistido y ayudado por un muchacho de unos 24 años, de mediana estatura, pelo negro que le alcanzaba a tapar las orejas, ojos cafés, piel blanca, contextura mediana, unas facciones que no lo hacían muy agraciado, pero si en apariencia fuerte y tosco, mi esposo le decía en ocasiones Rafael, rafico, rafa, pero lo que más le llamaba era anormal, eso de cariño y confianza entre ellos.
    
    Llegaba a mi casa a eso de las ocho de la ...
    ... mañana, almorzaba con nosotros por indicación de mi esposo y se marchaba a eso de las 4 0 5 de la tarde, centrados en sus documentos y asistidos por teléfono y otras redes por sus demás compañeros, todo el día con sus llamadas, mensajes y cosas, ese fue el ajetreo durante una semana completa.
    
    El lunes siguiente, mi esposo salió hacia la empresa para entregar el trabajo de la semana anterior y complementarlo con sus compañeros, algo así me dijo, a eso de las 10:30 de la mañana, me disponía para salir a comprar un maquillaje y otras cosas personales que requería, mi esposo me había regalado un dinero para tal fin, cuando sonó el timbre, abrí la puerta y ahí estaba Rafael, el anormal, vengo a traer estos documentos para el patrón, si me permite le explico de qué se trata, por qué no se los llevó a la empresa, él no está hoy acá en la casa, yo no voy para la empresa, me contestó, tengo otra misión que cumplir, así quedé con él.
    
    Pasó a la sala en el escritorio usado por mi esposo, comenzó a acomodar papeles y dejar notas, yo me encontraba vestida con un pantalón de lycra, zapatillas y una blusa, lista y maquillada para salir.
    
    ¿Puedo hacerte una pregunta en confianza y que no te vayas a ofender? Le dije, claro que sí patroncita, dígame no más, ¿por qué le dicen anormal? Si suena mejor rafa o rafico, ay patroncita, ellos que me molestan, pero debe haber una causa para ellos, volví a inquirir, pues la verdad por mi cara y mis manos grandes que tengo, no son de una persona que ...
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