1. El pecado.


    Fecha: 06/05/2021, Categorías: Confesiones Tus Relatos Autor: PPTon, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X

    Mi crecimiento físico, mental y en experiencias sexuales, sucedieron vertiginosamente. Ya no era el niño tímido, desnutrido y asustadizo de hacía un año, ya nada me asustaba ni me sorprendía. Sin embargo, estaba en la edad en la que la religión y mi familia, me exigían hacer mi primera comunión. En mi preparación para ello, aprendí que antes de “recibir” a Dios, tendría que purificarme con la confesión de todos los pecados cometidos. Por ahí me advirtieron que lo que hacía era altamente pecaminoso, suficiente con para condenarme y caer directamente en el infierno, decían. Fue tanta mi preocupación al respecto, que llegué a considerar evadir tal confesión, pero naturalmente que no encontré cómo hacerlo, sino todo lo contrario, entre más pensaba en esos pecados, más me daban ganas de coger y con mayor facilidad se me presentaban las oportunidades con mis amigos de la escuela, aquellos que “me violaron” y les devolví el favor, con lo que todos estábamos contentos. El caso es que un día antes de la temida confesión y luego de que salimos temprano de la escuela, “el chirina” y yo nos penetramos uno al otro. Finalmente me hice el inocente y en el confesionario omití mencionar esos actos, ahora si con miedo a las reacciones de mis mayores, me guardé esos deliciosos pecados. Durante 2 años viví con la incertidumbre y el temor por lo que había hecho y aún estaba haciendo.
    Luego de lo sucedido con Don Nato, al término del ciclo escolar, nuevamente me llevaron al pueblo. Ahí me ...
    ... reencontré con mis amiguitos y entre ellos a “El Grillo”, en cuento nos vimos nos “olimos las colas”. Luego de habernos cogido mutuamente en los matorrales, me contó que ya era acólito de la iglesia y me invitó para que le entrara yo también. Un día, mi amigo me notició que el padre había aceptado que yo entrara de acólito y empecé mi preparación que terminé en unos cuantos, quedé listo para la acción. En mi aprendizaje de mi nueva actividad religiosa, me enteré de la gravedad de la acción de haber recibido la comunión, sin haber quedado totalmente purificado con una completa confesión, por lo que creció más mi preocupación por lo hecho hacía 2 años. Sin embargo y pese a todo, seguí con mis juegos sexuales, de plano no lo podía dejar de hacer y pensaba que tal vez con el servicio que estaba dando a la Iglesia, mis pecados serían perdonados. Dos veces por semana me tocaba ayudar al sacerdote en su oficio de la misa de las 6 de la mañana, me tenía que levantar a las 5 para estar listo en el templo. Argumentando evitar las desmañanadas y no sufrir tanto el frío matutino, el sacerdote nos ofreció hablar con nuestros tutores para que nos dieran permiso de irnos a dormir al curato.
    Como a los sacerdotes nunca se le niega nada, se dieron los permisos. A cierta hora de la noche, el día que me tocaba, me iba al curato, que también era la casa donde vivía y despachaba el sacerdote. Antes de irnos a dormir, nos invitaba a cenar, invariablemente un plato de frijoles fritos y un pan con ...
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