¡Esa tarta de manzanas! 3 - Relatos Eróticos

¡Esa tarta de manzanas! 3

... los costados de la nena, le ofreció la cajeta para lamer… Kirky puso toda su aplicación. Ari entrecerró los ojos y se dedicó a gozar de una lengua que no era la mía. ¡Espero que le guste!
¡Sin duda qué sí! El orgasmo de Ari fue inmediato.
Ahora me tocaba mí. Me acosté boca arriba y las nenas se pusieron a cada lado. ¡Bien preparadas para la mamada!
No era solamente así. Ari me la tenía con una mano. Estaban ambas de rodillas a mi lado, y se besaban en la boca jugando con sus lenguas. Como el culo de Kirky estaba a mano, me acomodé para chuparlo. ¡Hermoso! ¡El sabor de los dioses! Kirky se acomodó perfectamente para que yo no tuviera dificultades.
Alternaban las mamadas con los besos. Kirky siempre contra mi cuerpo, de espalda. Me incorporé sobre mis codos y con una mano podía acariciarle la cajeta. Estaba mojadísima. Los dedos entraban sin dificultad en la vulva. Ari me miraba y sonreía.
Saqué los dedos un momento y se los puse en la boca. Le encantaba ver lo que hacía con Kirky. ¡La conocía muy bien! ¡Sin duda tuvieron largas y “completas” conversaciones!
Seguían con mi pija. Lamidas, chupadas y besos entre ellas, intercambiando sus sabores. Estaban ambas bocas dedicadas a la pija y a los huevos. Se turnaban con sus lenguas y su saliva. Los besos entre las mujeres eran más que de cortesía. Verdaderamente gozaban. Ari dejó a Kirky en poder de la pija. La nena se dedicó más que ninguna a mamar. ¡Lo hacía magníficamente bien! Mucho mejor que la primera vez, bajo la mesa… ...

... ¡hace tantos años!
Kirky le ofreció las tetas a Ari. Unas chupadas a los pezones. 
Tomé a Kirky de las caderas y la acomodé para que se pusiera sobre mi boca. ¡Estábamos para un 69! Pero lo completaba Ari. Entre ambas se repartían la poronga. Ambas chupaban y se besaban. Yo me regodeaba chupándole la concha y el culo a la nena. ¡Una maravilla! Y además se reían de felicidad.
Ambas de rodillas. Kirky sobre mi boca y Ari acariciándome y masturbándome. Y se besaban y acariciaban, los culos, las tetas, los cabellos. Realmente era una relación lésbica maravillosa. ¡No sabía eso de Ari! Kirky la puso en evidencia. Es tan femenina y deseable que no hay manera de evitarlo.
No veía demasiado. El culo de Kirky evitaba mi visión, pero me daba cuenta de sus caricias y sus besos. Cuando Ari dejaba mi pija era para acariciar a Kirky. Me di cuenta. Ari tenía sus manos y su boca ocupada. Con una me pajeaba, la otra la utilizaba para acariciar la concha de Kirky. Veía sus dedos mientras yo chupaba el culo de la nena. Con su boca, Araceli chupaba los pezones de Kirky y jugaba con su lengua dentro de su boca. Sin dejar de lado sus “actividades”, Ari se acomodó sobre mí y se enterró el choto… Sin dejar de besarse ni abrazarse con Kirky, comenzó cabalgar. Estaba calentísima, como nunca. El contacto con Kirky la había potenciado. Cuando la abrazó con furia y deseo, Ari se sacudió y me inundó de fluidos… 
Pero no aflojó. Unos minutos se la dejó enterrada, gozando de la sensación. Al fin salió. ...