¡Esa tarta de manzanas! 3 - Relatos Eróticos

¡Esa tarta de manzanas! 3

... Kirky…
-Ah… ¿si? – ¡Como si yo no supiera!
-Supongo que te portarás muy bien… - ¿Me estaba diciendo que fuera amable o qué no la defraudara con la cogida?
-Por supuesto. Como quieras… Vos dirigís…
-Ella me lo dijo…
-¿Qué?
-Que tiene muchas ganas… 
-Está bien. Trataremos de darle el gusto…
-Pero…
-¿Qué? 
-No te entusiasmes demasiado. ¡Ella es muy linda! Y muy calentona… me parece…
-Veremos. De cualquier manera no hay nada que te supere…
-¡Jajaja! Lo decís para conformarme.
-¿Alguna vez no volví con vos? ¿Te engañé acaso? – Excluí a las japonesitas. - ¿Te dije que alguien me gustaba más que vos?
-No, no… 
-Bueno…, descansemos bien para la noche. Sin la sección vespertina estaremos mucho más calientes.
-Me parece muy bien…, y no te olvidés que yo soy a primera.
-En todo momento…
La tarde se me hizo larguísima. Creo que a los dos. Luego de la cena caminamos un poco, como para aligerar la digestión, aunque Ari, por razones obvias, soló tomó líquidos. Luego volvimos al bungaló. Todo bien.
-¿Cómo te encontrás?
-¡Fantástica! ¿Y vos?
-¡Con una ganas bárbara!
Ambos fuimos al baño, para “aligerarnos”, y nos quedamos a la espera, mirando tv. A eso de las diez escuchamos unos golpecitos.
-¡Ahí está! - Parecía que Ari estaba más ansiosa que yo. – Vos te ocupás primero…
-Bueno…
Araceli fue a abrir. Se besaron cariñosamente en las mejillas y Kirky vino hacia mí. Me levanté a recibirla como se merece. 
-¡Al fin! – Estaba rozagante. Me abrazó y besó en las ...

... mejillas, cariñosamente. 
-No es para tanto… - La besé y abracé tal como ella lo hizo.
-¡Jajaja! ¡Será para “todo”! – Estaba muy bien dispuesta.
-¿Querés tomar algo?
-No, no. ¡No me hace falta motivación!
-¡Jajaja! - La cosa iba a ser divertida. Ambas estaban contentas. Yo más que nadie.
La guié hacia la habitación y sin ninguna indicación se sentó en el borde de la cama. Me paré frente suyo. Ari se había instalado en el sillón. Kirky me levantó la remera antes que yo hiciera ningún movimiento. ¡Estaba apurada y quería ser primera! Le acaricié la cabeza, ensortijando su cabello, que por primera vez veía suelto. Me acarició el vientre, el pecho y se dedicó a mis pantalones. Ari se reía.
-¿Estás apurada? ¡Tenemos toda la noche!
-Lo sé, pero no quiero desperdiciar nada. – Se me hacía que habían tenido una larga y “provechosa” conversación. 
Me bajó los pantalones mientras acariciaba el bulto. Yo fui hacia su blusa y bajé el cierre. Las tetas aparecieron magnificas, tremendas. ¡Más grandes que las de Ari! ¡Totalmente naturales! ¡Los pezones erguidos y duros! 
Yo, discretamente, tenía calzoncillos. Sin dudar metió la mano y desabrigo la pija. Solo estaba morcillona. Sus tetas no habían tenido tiempo de endurecérmela. Me acarició y apretó con ambas manos. Ari se había sacado el short y estaba acariciándose por encima de la tanga. Kirky se paró y retiró completamente su blusa apoyando sus tetas contra mí.
Mientras terminaba de retirar mi remera, al sacar los brazos fui ...