Mi suegra y yo compartimos el dolor 4 - Relatos Eróticos

Mi suegra y yo compartimos el dolor 4

... tengo ojos para ella..¡

La rubia se quedó bien callada sin saber que decir y fui en busca de mi suegra que no dijo nada pero vi una leve sonrisa en su rostro, ya que lo dije en voz alta para que ella también lo pudiera oír. En la camioneta fuimos acomodando las bolsas de víveres y pegué el bulto que tenía en el pantalón de mi pene en su enorme trasero. 

-! Noo hagas eso que dirá la gente recuerda que antes siempre venia a comprar con Pedro acá.. ¡

De regreso  me preguntó porqué le había dicho eso a la rubia, que ella era mi mujer, estaba bonita y era joven como yo, tenía derecho a  continuar con mi vida, que no era justo para mí que me quedará a su lado por siempre y que ella lo iba a entender era lo mejor.. 


-! Gonzalo estoy muy agradecida contigo por estar a mi lado todos estos meses fue muy doloroso la pérdida de mi esposo y mi hija sé también que lo fue para ti, pero tú necesitas ahora a una mujer que te cuide y pueda calmar tu vigor ya no tienes porqué preocuparte más por mí, ahora en la consulta  con el psicólogo ya entendi que debemos de seguir viviendo . ¡

-! Gisela le dije que eres mi mujer porque es la verdad, y al igual que tú estoy muy agradecido contigo porque juntos pudimos afrontar el dolor de la partida de tu esposo y mi mujer, sabes nunca lo dije pero en una oportunidad con tu esposo hablando me dijo que tenía cáncer y no quería que tú lo supieras me hizo prometer que no se lo diga a nadie ni a Sonia, y él te haría feliz hasta donde la vida ...

... se lo permita y cuando ya no esté que por favor te cuide mucho, ves ahora porque no puedo dejarte yo se lo prometí, pero no puedo obligarte mírame a los ojos y dime que no me quieres  a tu lado y me iré . ¡

Gisela se me quedó viendo ahora sin decir nada apoyó su cabeza en mi hombro y se puso a llorar, tenía que tener mucho cuidado  estaba manejando y la carretera era muy peligrosa y no quería que nos pasará lo mismo que a Sonia y su padre, llegamos a la casa estaba totalmente devastada ella por lo que recién se había enterado.

Ya era hora de dormir así que me fui a mi dormitorio a descansar y quería darle tiempo para que ella lo piense bien y tomé la decisión si quería seguir siendo mi suegra o se convierta en mi mujer . 

Estaba soñando con Sonia como me besaba el cuello me abrazaba por detrás y me agarraba fuerte el pene, cuando me desperté no era un sueño quién estaba a mi lado era Gisela, su labios besaban mi espalda y sentí sus grandes tetas con sus pezones duros, me volteó nuestros ojos se cruzaron y luego muestras bocas se unieron en un apasionado beso. 

Su cuerpo se pegó al mío y luego ella se subió sobre mí, comenzó a cabalgar sentía como apretaba su vagina que estaba bien mojada de lo excitada que estaba hasta que llegó al clímax y comenzó a soltar gritos de placer, luego la coloqué en posición de perrito le abrí sus enormes nalgas y metí mí verga y la hice que volviera a gritar cada vez que entraba y salía mi falo de su chucha. 

Luego le fui metiéndo ...