Mi suegra y yo compartimos el dolor 4 - Relatos Eróticos

Mi suegra y yo compartimos el dolor 4

Luego que mi suegra Gisela tuvo un fuerte orgasmo su cuerpo cayó a su cama totalmente exhausta y temblando y me rogó que ahora si me fuera a mi dormitorio por favor y sentí sus sollozos, luego que fue recuperando conciencia de lo que habíamos hecho ella se sentía ya mal,  la abracé por detrás no era bueno que me fuera y la dejé así. 

-! Señora Gisela déjeme estar a su lado si todos estos meses hemos estado apoyándonos día a día en nuestro dolor juntos ahora no es justo que la deje sola.. ¡

Ya no me contestó nada la señora Gisela y su silencio me dio el aval y dejó que la abrazara fuerte y nos venció el sueño, cuando desperté me encontré solo en su cama ella no estaba vi la hora eran las 10.30 de la mañana, me levanto y me fui a dar un baño con agua fría, había podido al fin dormir bien después de tanto tiempo sin tener que dar tantas vueltas en mi cama y poder recién conciliar el sueño, parecía que el tener sexo con una mujer me relajó muchísimo y me quitó toda la tensión acumulada todos estos meses.

Cuando fui a la cocina ahí estaba ella y me saludó normal como si nada hubiera pasado anoche en su cama, me preguntó que era lo que deseaba de desayuno así que le seguí la corriente, luego me fui a la sala a ver algo de televisión y me dijo después de media hora que ya estaba lista.

Como todos los fines de semana íbamos a comprar los víveres para la semana así que prendí el motor de la camioneta de don Pedro, mi suegra subió y nos fuimos rumbo al supermercado y en el ...

... trayecto ella no hablaba nada su mirada la tenía perdida y viendo pasar el paisaje por la ventanilla yo sabía que ella estaba con sentimientos encontrados, por una parte aún se sentía muy mal y culpable ya que ella fue quién pidió que la abracé en su cama para no sentirse sola y como pudo permitir luego que él marido de su hija siga tocándola con lujuria, pero ella también supo que necesitaba eso el sentirse ser tocada y deseada por las manos de un hombre era tanto el tiempo sin tener sexo que no pudo más negarse.

En el supermercado parecíamos una pareja más, ella iba adelante viendo que comprar yo atras con el coche  algunas mujeres se nos quedaban viendo y murmuraban por la diferencia de edades ella de 52 y yo de 30 años, había regular gente en los pasadizos con sus coches así que por un momento me quedé atrás y la señora Gisela continuó caminando unos metros más sin darse cuenta ocación que aprovecho una mujer rubia de ese grupo para acercarse y buscarme conversación era rubia de unos 34 años y de buen culo.

-! Hola. ¡ ¿Me podrías ayudar estoy indecisa aún no sé que  comprar si esta maquina de afeitar o está.. cual seria la mejor..?  Es para mi padre.. Jajaja.. ¡

Le indiqé cual era la mejor a la rubia y cuándo vi a lo lejos estaba la señora Gisela viéndonos sería y luego siguió viendo los productos que iría a comprar.

- ¿ Uyy espero que la señora no se vaya a molestar porque te estoy preguntando que comprar..? 

-! No hay problema es mi mujer y sabe que solo ...