Mis sobrinas Andrea y Natalia (5) - Relatos Eróticos

Mis sobrinas Andrea y Natalia (5)

... para mí un trabajo- me ayudaría a despejar la mente y evaluar mi nueva relación con Andrea y olvidar el divorcio.

Llamé a María. y le pregunté si las chicas querían cuidarme la casa mientras estaba de viaje, luego organicé algunas otras cosas antes de irme a casa.

Había un mensaje en el teléfono de Natalia.

“Hola tío Fer, nos encantaría quedarnos, pero solo si puedo dormir en tu cama. Llámanos cuando llegues a casa”
Llamé después de la cena, y después de escuchar muchos ruegos de fondo, María y Manuel estuvieron de acuerdo. Les dije que vinieran mañana por la tarde y les mostraría los mecanismos de seguridad y les daría las llaves.

Pasé el día empacando y arreglando las llaves adicionales y las habitaciones para las chicas. Mi casa tenía una habitación completamente equipada que yo llamaba el cuarto de visitas. Otra de las chicas  podría quedarse con mi habitación. 
Todos se presentaron alrededor de las 4:00 p.m. y pasaron 10 minutos discutiendo sobre quién dormiría y dónde. Tomamos café en la cocina y establecí algunas reglas.

“Ahora no me importa que vengan algunos amigos, pero no grandes fiestas. Manuel asintió con la cabeza mientras yo continuaba. “ Mi vecina tienen llaves de la casa y les he dicho que estarán aquí mis dos sobrinas. Hay números de emergencia en la nevera ".

Con mi vecina tengo una bonita amistad de muchos años y siempre nos cuidamos unos a otros. Ella me dijo que revisarían cada dos días.

“Oh, casi lo olvido, la 4Runner está fuera ...

... de los límites, así como el Mustang. ¡¡Esta es mi regla número 1 !! , pueden usar solamente el Corolla” 

Era hora de irnos, así que me dirigí al aeropuerto para tomar mi vuelo. Cuatro horas más tarde, estaba en el vestíbulo discutiendo con un conserje por qué el apartamento que previamente habíamos alquilado no estaba disponible. Unas cuantas llamadas más tarde, estaba de pie en un apartamento de tres habitaciones distribuidas en tres pisos con salón privado en la azotea con piscina de entrenamiento y spa y al mismo precio del que habíamos alquilado.

La primera semana pasó volando y al final de la segunda, pensé en llamar a las chicas para ver si querían pasar el fin de semana en la playa. Mi empresa cubriría los dos boletos aéreos. Les envía fotos de las vistas desde el apartamento, de la hermosa playa que tenia frente a mí.

También pensé que era hora de contarle a Natalia sobre Andrea y yo, y estando lejos de casa, seria en un ambiente más controlado.

Los padres y las chicas estuvieron de acuerdo y volaron el viernes por la tarde. Eran más de las 8.00 de la noche, después de cenar, estábamos tomando unas copas en la azotea con vistas a la playa. Me estaban contando todas las cosas que habían hecho mientras vivían en mi casa.

"Tío Fer, tu cama es tan cómoda, me sentí como una princesa", se rió Natalia.

"Entonces te ganaste la habitación". Me imaginaba a Natalia durmiendo en medio de mi cama King. Sería tan pequeña acurrucada en una cama grande.

“No, lo ...