Mis sobrinas Andrea y Natalia (5) - Relatos Eróticos

Mis sobrinas Andrea y Natalia (5)

Mis sobrinas Andrea y Natalia (5)

Me desperté abrazado con Andrea, era la primera vez en mucho tiempo, que estaba en paz conmigo mismo desde que me divorcie de mi esposa.  Andrea me estaba ayudando a seguir adelante. Ella estaba acurrucada y todavía dormía, así que me levanté y preparé el desayuno  Me sentía bien y fui feliz por primera vez en mucho tiempo. Traje la comida para encontrar a Andrea despierta y al teléfono. Me hizo un gesto para que me quedara callado. Era Nicolás. No había escuchado la primera parte de la conversación, pero probablemente era '¿Dónde estuviste anoche? Te esperé despierto pero no viniste.’

Andrea dijo que lo vería más tarde y colgó.

"Buenos días preciosa, ¿Cómo dormiste?"

"Me duele el culo, tu pene es demasiado grande". Ella bostezó, “pero me alegro de que seas tú el primero. La polla de Nicolás es mucho más pequeña que la tuya, pero no estoy seguro de querer volver a hacerlo por un tiempo ".

"Bueno, entonces me alegro de estar a la altura de Nicolás". Me reí entregándole el desayuno.

Comimos en la cama como lo haría una pareja después de una noche de fiesta. Después de que terminamos, la levanté y la llevé al baño para que se duchara. Abrí el agua, cuando Andrea me detuvo.

“¿Me afeitarías el coño? Me encanta la suavidad de tu pene y quiero sentir eso también ".

Asentí con la cabeza y la besé antes de ir a mi baño a buscar mi maquinilla y el gel de afeitar. Regresé y encontré a Andrea sentado en el tocador con agua tibia ...

... en el lavabo.

Primero me puse a trabajar con la maquinilla, reduciendo su escaso vello púbico. Agarré su mano y dejé que sintiera la diferencia.

“Oh, vaya, eso se siente tan bien, no puedo esperar a que me lo afeites todo. Mi coño ya está goteando ". Ella jadeó.

Agarré un paño y la mojé por completo antes de aplicar el gel en espuma. Tomé la maquinilla y comencé a quitar suavemente lo que quedaba, su clítoris latía con cada golpe de la hoja.

La enjuagué con cuidado y apliqué un poco de loción corporal para reducir la abrasión causadas por el afeitado. Nuevamente tomé su mano y la guié por su suave montículo. Un coño afeitado suave es una sensación maravillosa y Andrea jadeó mientras su mano vagaba por todos lados, sintiendo su clítoris y los labios de su coño expuestos.

"Amor, eso se siente tan increíble, Natalia me dijo cómo es, pero es tan increíble " su voz se fue apagando mientras metía dos dedos en su coño húmedo y parecía tener un orgasmo instantáneamente. Tenía los ojos cerrados con fuerza cuando las olas de placer la invadieron. Me puse de pie y acerqué mi verga apuntando hacia ella. Retiré su mano y la reemplacé con mi verga. Su coño casi chupó mi pene y envolvió sus piernas alrededor de mi cintura, asegurándose de que no pudiera escapar.

"Oh cógeme, cógeme, cógeme duro con esa verga tuya". Sus ojos todavía se cerraron mientras follamos rápidamente. Andrea volvió a tener un fuerte orgasmo, lo que hizo que mi pene escupiera una carga profundamente de ...