1. Le echo un polvo rápido a mi madre (III)


    Fecha: 09/01/2018, Categorías: Sexo en Grupo Autor: Aldebaran, Fuente: CuentoRelatos

    ... entrar hasta que este la desbloqueó.
    
    Apenas dejó una rendija abierta para que entrara. Supuse que no querría que nadie pudiera ver nada desde fuera. Aunque solo ellos podían entrar allí.
    
    -¿Qué tenemos aquí? Sonrió mirándonos su compañero.
    
    Yo seguía atado y mi madre también, que parecía haberse quedado en otro mundo, porque no se la oía protestar ni moverse.
    
    -Vaya, vaya. Que parejita.
    
    El gordo le dijo a su compañero que éramos madre e hijo.
    
    -Así que son madre e hijo, ¿eh? dijo poniendo voz como de malo de película barata.
    
    -Tienes que probarla tú también. Le dijo el gordo.
    
    -Claro. Dejó el walkie junto al otro y se bajó los pantalones. Se los quitó del todo y la camisa también y se quedó desnudo. Este era más delgado que el otro.
    
    Comenzó a masturbarse, hasta que se le puso dura. Se acercó a mi madre y quiso que se la chupara. No pude evitar intentar levantarme y casi lo consigo. El tal Luis me dio una buena hostia y caí al suelo.
    
    El recién llegado se folló a mi madre en la postura del misionero y luego la puso a cuatro patas y se la volvió a follar así.
    
    Volví a intentar ...
    ... levantarme y el gordo me volvió a abofetear y me volví a caer al suelo.
    
    Perdí el conocimiento justo cuando el tal Luis intentaba follarse a mi madre por el culo.
    
    Desperté de repente en el coche. Estaba sentado en el asiento del conductor con mi madre al lado vestida. Tenía una cara horrible y el pelo revuelto.
    
    El motor estaba encendido y ambos vigilantes estaban a los lados del coche.
    
    Uno me hizo un gesto para que diera marcha atrás y el otro me indicaba que no venía ningún coche.
    
    Iba súper despacio temiendo lo peor. Entonces, al llegar a la barrera, el más delgado levantó la barrera.
    
    -Parking gratis para nuestros amigos. Dijo.
    
    Yo aceleré y salí de allí todo lo rápido que pude.
    
    No dije nada en todo el camino.
    
    Al rato desperté. Mi madre estaba sobre mí, con mi polla dentro. Notaba la humedad de su coño y la de mi eyaculación. Habíamos follado.
    
    -Ya te dije que te olvidaras de hacerlo en el súper. Me dijo mi madre.
    
    Todo había sido una pesadilla. Nada de eso con los vigilantes había pasado.
    
    -Pero la semana que viene cambiamos de súper, ¿eh? Le dije a mi madre muy serio. 
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