1. Le echo un polvo rápido a mi madre (III)


    Fecha: 09/01/2018, Categorías: Sexo en Grupo Autor: Aldebaran, Fuente: CuentoRelatos

    Desde lo de aquel domingo en el súper, me he aficionado a acompañar a mi madre a comprar. Además de interesante, es súper excitante. Preparamos una lista y nos vamos a hacer la compra.
    
    El problema fue, que ese domingo se había dormido y mi madre se levantó tarde. Yo también me había quedado dormido, por lo que nos fuimos más tarde de lo habitual al supermercado.
    
    Aparcamos lejos de la puerta, porque estaba casi todo el parking lleno, y tuvimos que andar un rato hasta entrar al centro comercial. Quedaban solo dos carros libres cuando llegamos. Cogimos uno y subimos.
    
    Al entrar en el súper, estaba todo lleno de gente. Yo me quedé parado con la lista en la mano.
    
    -Olvídate de hacerlo aquí, me dijo mi madre.
    
    Me quede callado y seguí andando, metiendo productos en el carro.
    
    Cuando terminamos de comprar y pagar, pensé en ir al lavabo y hacerlo allí, pero tampoco. Los lavabos estaban llenos de gente. No sé si era por la hora o qué.
    
    -Anda, que vaya plan.
    
    -Tranquilo hijo, y me sonrió. Mi madre planeaba algo.
    
    Bajamos al parking y mientras mi madre dejaba las cosas en el maletero, me tocó el paquete. Me masturbó un poco por encima del pantalón. Me puse cachondo y saqué la última bolsa y la ayudé a meterla en el coche y salí corriendo a dejar el carro.
    
    Nos metimos en el coche en el asiento de atrás. La verdad es que como estaba lejos de la entrada, nadie pasaba por allí en ese momento. Estaba todo el mundo dentro del centro comercial.
    
    Nos tumbamos y nos ...
    ... comimos la boca. Saqué los pechos de mi madre del sujetador sin quitárselo, ni siquiera la blusa y le chupé los pezones. Mi rabo enseguida se puso tieso.
    
    Mi madre se bajó como pudo los pantalones y las bragas y me dispuse a metérsela.
    
    Me coloqué entre sus piernas y la penetré despacio, aunque sabía que no tendríamos mucho tiempo.
    
    Justo acababa de metérsela, cuando sonó un golpe en el cristal.
    
    Mi madre miró hacia el sonido. Yo me giré y vi una porra que tocaba el cristal. Era el vigilante. ¡Mierda! Pensé.
    
    Hizo un gesto con la mano para que saliéramos. Nos vestimos como pudimos, en realidad no estábamos desnudos del todo y salimos del coche.
    
    -Vaya, vaya, dijo muy burlonamente. He pillado a una pervertidora de adolescentes y a su conquista. -¿No le da vergüenza a su edad? Podría ser su hijo.
    
    Nos quedamos callados.
    
    -Carnet de identidad. Nos pidió.
    
    No hicimos nada.
    
    -Vamos, los carnets.
    
    Tuvimos que sacarlos y dárselos.
    
    -María Soledad Sánchez López. Leyó. José Luis Pérez Sánchez.
    
    Se quedó pensativo.
    
    -¡Hostia puta! Si son madre e hijo. Vaya, vaya. He pillado a un par de incestuosos. Vamos, acompáñenme.
    
    Nos hizo seguirle por el parking, hasta que llegamos a una puerta que decía: “No pasar”. La abrió y pasamos a un largo pasillo. Una puerta nos esperaba al final. Marcó un código y la puerta se abrió. Nos hizo pasar a nosotros primero.
    
    Sin duda era el cuarto de los vigilantes, porque estaba todo lleno de monitores, con cámaras de vigilancia en ...
«123»