1. los blanquísimos jamones 6


    Fecha: 23/02/2021, Categorías: Hetero Tus Relatos Autor: Caramelo, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X

    ... estaba recontra caliente. 
    -¡Dale papito! ¡Dale! ¡Quiero sentarme!
    -Esperá, falta un poquito. – A mí me faltaba un “poquito”. - Sentate vos.
    Me levanté y la hice sentar. Me arrodillé entre sus piernas, y acerqué mi cabeza a sus muslos. Los fui besando y lamiendo, uno y otro, hasta llegar a los labios. Con la lengua los acaricié, con los labios tiré de ellos y los besé. El clítoris estaba erecto. Lo lamí y metí la lengua dentro de la concha, todo lo posible, 
    -¡Aaaahhhh! ¡Me viene! ¡Ay, cuántas gaaaaanas! 
    Y acabó levantando los pies del suelo y tirándose hacia atrás, con sus manos en mi cabeza.
    -¿Cómo hacés? ¡Es imposible aguantar con vos!
    -Eso pasa por que soy el papá. ¡Jajaja!
    -¡Jajaja! Me hacés acabar de cualquier manera. ¡Qué orgasmo Dios! – Cuando levanté la cabeza Romi sonreía… - Te juro, no le digás a Patri o a Araceli, ¡con vos tengo mucho más ganas!
    Seguí chupando hasta estar al palo. Recogí todo el jugo que pude… 
    -Bueno, dale, ahora puedo.
    Me paré. Romi hizo lo mismo. Me senté y la iba a tomar de la cintura para que gire…
    -¿No querés que lo haga frente a vos?
    -Pero así no se protege la panza.
    -Todavía no tengo. Quiero verte y besarte. ¡Me gustás mucho!
    -Bueno…, pero de frente es más cómodo por… la vagina.
    -Está bien. Por la cola me la das en otro momento ¿si?
    Así fue. Romi se acomodó sobre mis piernas, guiando la pija a hacia la concha y la fue metiendo despacio. Cuando la tuvo al fondo me abrazó por el cuello y me besó. Hermoso beso, primero ...
    ... en los labios, luego poco a poco fue entrando con su lengua, mientras arremetía con los saltos.
    Apoyándose con los pies y en mi cuello, con el abrazo, cabalgaba tratando de moverse también hacia adelante y atrás, para sentir la pija acariciando labios y clítoris.
    -¡Ahahah…! – Le costaba hablar en medio de los gemidos. - ¿Sabés Dany? 
    	Me hablaba al oído.
    -No lo comentés, por favor. Pero me gusta muchísimo estar con vos…, y no porque seas el papá de mi bebé, sino porque sos único. Te lo dijimos. Vos lo sabés muy bien. Nosotras usamos bastante juguetes eróticos, ¿no? – Romi había detenido sus movimientos. Se separó de mi cara y me miró a los ojos. – Pero… ¿qué querés que te diga? No hay nada tan lindo como sentirte adentro. Nada se compara. Y eso que con Patri nos amamos, y estar juntas es un placer por sólo ese motivo. 
    -Si, lo sé. – Yo no sabía que decir…
    -Pero el sexo con vos no tiene parangón. ¡No se lo digas a nadie, por favor, a nadie, a Araceli tampoco!
    	Estaba anonadado o enkilombado… Con las palabras de Romi, se me hacía confirmación lo que pensé cuando empezó este lio….  Y lo peor ¡lo que pasaba ahora! Estaba cogiendo a una mina de la gran puta, buenísima…, y sentía que se me ablandaba la pija! ¡Terrible! ¡No podía ser!
    Romi me abrazaba y besaba. Tomé sus glúteos con mis manos, y pretendí sacudirla hacia arriba. Romí me siguió. Comenzó nuevamente a saltar. Así iba mejor. Sentí nuevamente la cogida.
    Borré mi mente y me dediqué solamente a coger. ¡Eso es ...
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