1. La reeducación de Areana (4)


    Fecha: 03/01/2018, Categorías: Dominación / BDSM Autor: señoreduardo, Fuente: CuentoRelatos

    ... abandonaron la habitación luego de apagar la luz.
    
    Areana estaba muy excitada. Las esposas y los grilletes la excitaban, Milena la excitaba, con sus atractivos físicos pero también con sus maneras autoritarias, con esa dureza con que la trataba, con sus bofetadas. Se sintió muy mojada y volvió a lamentar no poder masturbarse. Había develado su naturaleza sumisa y pensaba ahora, con marcada inquietud, en ese costado lésbico que su atracción por Milena le ponía de manifiesto. Varias veces había fantaseado en la escuela con algunas compañeras, aunque las cosas no pasaron de ese terrono, pero con Milena lo que sentía era mucho más fuerte. “¿Quién soy de verdad?”, se preguntó angustiada, pero pronto el somnífero hizo efecto y un sueño profundo vino en su ayuda para librarla de sus inquietantes pensamientos y de ese intenso deseo sexual que las esposas le impedían satisfacer.
    
    Mientras tanto, en el living, Amalia era informada por sus asistentes respecto del notable cambio en el comportamiento de la pupila.
    
    -Creo que ya la tenemos, señora. –opinó Marisa luego de comentar que la jovencita había dado cuenta de la cena sin protestar ni resistirse.
    
    -No tanto apuro, Marisa. Aún le falta probar mucho castigo duro y muchas humillaciones para que esté lista, para que se la pueda considerar una sumisa, pero sin duda es alentador que haya cambiado tan rápido. Es que hay dos cosas: una es que se pueden contar con los dedos de una mano las hembras capaces de permanecer indiferentes ...
    ... ante el goce exquisito que provoca una paliza en la cola cuando está bien dada y dirigida precisamente a eso, a que la hembra goce. Eso es lo que hice con Areanita. Claro que le haremos probar ese castigo en el que se traspasa el límite del placer para meter a la hembra en el dolor puro, pero la primera zurra debe ser como la que yo le di a esta nena: una mezcla exacta de dolor y placer. Y la otra cosa muy importante es lo que Areana tenía dentro de ella aunque lo ignoraba, claro, su esencia de sumisa. Anduvo mucho tiempo desafiando a su madre buscando, inconscientemente, me imagino, que esa buena señora la pusiera en su lugar, que la castigara y la obligara a portarse bien y a obedecer, pero no lo consiguió y en cambio acá encontró lo que quería, lo que su esencia oculta le demandaba.
    
    Era una clase sobre dominación lo que Amalia les había dado a sus asistentes y cuando finalizó les dijo:
    
    -Mañana vamos a apretarla un poco más, ya les explicaré lo que haremos, pero ahora vos, Marisa, retirate. Vos no, Milena.
    
    La mujerona puso mala cara, porque imaginó para qué Amalia hacía quedar a la otra y los celos le clavaron su aguijón, pero abandonó el living luego de desearle las buenas noches a la dueña de casa.
    
    Amalia dio una palmada al sofá, en el espacio junto a ella, y dijo:
    
    -Sentate.
    
    Milena llevaba puesta, como siempre en verano, una musculosa, en este caso negra, un minishort de tela de jean blanca y unas sandalias de cuero negro con plataforma altísima.
    
    -Sí, ...
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