La amiga de mi novia - Relatos Eróticos

La amiga de mi novia

... apretara más su esfínter, duramos en la faena un buen rato hasta que me vine, la tomé de las caderas y empujé fuerte varias veces explotando dentro de ella, ella lanzó un grito fuerte que se fue convirtiendo en gemido, se dejó caer en la cama y yo encima de ella sin sacarla, me había llevado al éxtasis.

Me levanté después de un rato, fui al baño a lavarme y regresé a la cama, seguía en la misma posición, me tendí a su lado sin dejar de acariciar su espalda y sus nalgas, se dio la vuelta, nos besamos y nos quedamos ahí un buen rato, al cabo de unos minutos se levantó, se sacó las medias y se metió al baño, escuche la regadera, salió envuelta en una toalla con la cabeza cubierta con una gorra, me invitó a darme una ducha, lo hice rápido, cuando salí estaba inclinada sobre el tocador maquillándose, me vestí dispuesto a gozar el espectáculo de verla vestirse, lo hizo de manera pausada con la clara intención de excitarme, lo cual logró.

Así, ya vestidos y yo con ganas nuevamente, la senté en el tocador, levanté sus piernas, hice a un lado la tanga y se la metí nuevamente lográndome venir por tercera vez, lo que nunca me había ocurrido con Ana.

Bajó del tocador, se limpió con unos pañuelos desechables y salimos del motel, me pidió que la dejara cerca de su oficina, había avisado que llegaría tarde.

Por la tarde, en la oficina nadie sospechó lo que había ocurrido.  Esa relación duró cerca de dos años sin que nadie se enterara de nada, siempre fue solo sexo, Ana siguió siendo mi novia hasta que dimos por terminado nuestro noviazgo, nunca sospechó de nada.

Dejé de ver a Patricia cuando se fue a vivir fuera de la ciudad por el trabajo de su esposo.