1. El tipo de la panadería


    Fecha: 26/12/2020, Categorías: Gays Tus Relatos Autor: Gladiador, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X

    ... Por la posición podía sentir que me llegaba hasta el estómago y me lastimaba, pero no debía gritar, así que me aguanté dejando solo exclamar algunos quejidos.
    -Ahhhhh ayy papiii está bien grande y duele nojoda.
    Esto me encantaaaa ahhhh pero duele mucho papi
    -Ya casi está todo adentro putico, ya casi tienes todo mi pipí adentro, de aquí ya no te me escapas.
    Ummmm 
    -No que muy putico cabrón, ¿No que querías guevo?
    -Sí pero la verdad me está doliendo mucho de pana
    -Yo te advertí marico, te dije que lo tenía grande y eso que te lo estoy metiendo despacio. ¿Ya no quieres?
    -No mejor otro día por favor.
    -No me vas a dejar así marico, ya empezamos, aguántate, o te dejas o te cojo a la fuerza, al fin de cuentas no hay nadie cabrón, ni quien te salve.
    Se escupió el guevo y lo metió con fuerza, de golpe, casi hasta el fondo, sin importar si a  mí me  dolía, yo di un grito muy fuerte que retumbó por todos lados, pero nadie contestó, después volvió a empujar para que entrara toda y con ello un grito más, sentía su cuerpo completo dejándose caer sobre mí, su olor a sudor. Me estaba violando sin piedad, sentía que algo dentro de mí se quemaba, sentía dolor y ardor, de repente se retiró y exclamó.
    -Ehhhh Ummmm a la verga cabrón ya te rompí el culo, sí que estabas apretadito putico. 
    Eso lo excitó más y comenzó a salirse solo un poco para luego volver a empujar, con cada embestida sentía como llegaba a lo más profundo de mi ser, era un dolor casi insoportable, pero de pronto verme ...
    ... nuevamente en el espejo, como una perra siendo embestida por su macho, elevó mi calentura aún más haciendo que yo mismo levantara mi culo entregándome completamente a él, sentí como resbalaban los centímetros que faltaban y como sus pelitos pegaban en mis nalgas, tenía toda su guevote adentro. 
    -Ya lo estas disfrutando verdad chamín. Eso papá, así cómetela toda bebé, ábreme bien tus nalguitas. ¿Eres mi perrita verdad?
    -Siiiiiii
    Ahhhhh riquísimoooo ayyy Dios mío que rico.
    -Y vas a ser mi perrita cada que yo quiera?
    -Si soy tuyaaaa mi papi
    Después el movimiento comenzó a hacerse más rápido, a pesar del dolor, a mi culito ya nada lo protegía, su guevo entraba y salía más fácilmente lo que le permitió que cada vez me cogiera más y más duro.
    Plaf plaf plaf plaf sonaba.
    Después con el guevo adentro me pidió que me pusiera a mitad de la cama boca arriba y él se subió también quedando frente a mí para poder elevar mis piernas a sus hombros, y volver a acomodar bien su guevo.
    No le costó nada, esta vez no tenía que ver el espejo, lo tenía frente a mí, podía ver su cara de placer. Mientras me comenzó a coger salvajemente nuevamente, me besaba con una pasión que desgarraba mi boca, me escupía y me decía que era su perrita, después abrió mis piernas con sus brazos y comenzó a hacer las embestidas de manera muy salvaje, cada que se salía sentía que todo mi ser se salía también, así estuvo casi una hora cogiéndome, metiendo y sacando su guevo, a la verga me besaba me escupía y me ...