1. La nena consentida de papá


    Fecha: 04/07/2017, Categorías: Incesto Autor: Dra del sexo, Fuente: CuentoRelatos

    ... y ya se estaba haciendo de noche mi hijo se arregló para salir con sus amigos y amigas a un antro que frecuentaban mucho y yo ya estaba ansiosa por que se fuera. Mi vagina estaba tan humedecida que ya había comenzado a chorrear por el interior de mi muslo, solo por pensar en estar de nuevo en la intimidad con mi padre. Ya había pasado tiempo desde que había sentido ese dolor inigualable que su pene tan grande y obeso me hacía sentir.
    
    Después de media hora mi hijo se acercó a mí para despedirse, me dio un beso, se despidió de mi papa deseándole de nuevo un feliz cumpleaños y se fue en su auto.
    
    —Por fin se fue —le dije a mi padre con una voz de alivio.
    
    —Si hija ¿sabes a qué hora regresara?
    
    —La verdad siempre se queda con un amigo a dormir o con alguna chica, así que no estará aquí hasta mañana por la mañana, tenemos la casa para nosotros dos solos papi.
    
    —Eso me alegra hijita.
    
    —Porque no te vas y te pones cómodo en mi recamara y yo me preparo para nuestra noche, te tengo preparado un regalo de cumpleaños que te va a gustar mucho papito.
    
    —Está bien hija, voy a recostarme y a esperarte con ansias, me muero por saber que es.
    
    —No comas ansias, pronto lo vas a descubrir dije hablando muy cerca de sus labios casi besándolos pero sin tocarlos.
    
    —Él se quedó inmóvil ante mi seducción y luego me fui.
    
    Mi padre subió las escaleras hacia el segundo piso y se dirigió a mi recamara. Yo fui a un vestidor y me puse un babydoll negro transparente, que había ...
    ... comprado para él. Me quedaba muy bien mis senos se veían enormes, aún más de lo normal y mi trasero lo partía en dos una diminuta tanga con encaje que venía con el juego.
    
    Me puse el perfume favorito de mi padre y anteriormente ya había preparado unos juguetes sexuales y los había dejado en mi habitación en los cajones de la cómoda junto a mi cama. Todo estaba listo para una noche de sexo inolvidable.
    
    Algo que deben saber de mi padre es que es un hombre de origen cubano, es muy moreno, tiene una espalda muy fuerte porque se ejercitaba cuando joven pero ahora que ya es mayor se carga una pequeña barriga, ya no tiene cabello y el poco que tenia se lo afeita y tiene una barba blanca que raspa al besarlo. Mi sangre fluía con fuerza y hacia mi corazón estar a punto de estallar por nuestro inminente encuentro. Mi vagina estaba hambrienta de él y no podía disimularlo. Era como si mi vagina se saboreara y se le hiciera agua la boca de cierta manera, era algo divertido de pensar pero también algo intenso.
    
    Subí a mi habitación y mi padre levanto la vista y me vio parada junto a la puerta. Mis prominentes senos apenas eran sostenidos por el encaje en mi babydoll y mi cabello caía encima de ellos acariciándolos suavemente. Estaba nerviosa y sudaba un poco por lo mismo. Las gotas de mi sudor caía por mi cuello hasta mis senos surcando mis grandes montañas, suaves y apetecibles. Mi padre estaba sin habla, totalmente petrificado.
    
    —Di algo, no te quedes callado.
    
    —Estas hecha todo una ...