1. Lupita mi tía postiza. Historias de mi tía Rosario 1


    Fecha: 10/12/2020, Categorías: Hetero Tus Relatos Autor: Follet, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X

    ... la verga tratando de que Rosario se la mamara, ella se negó por el temor de que alguien los viera.
    
    Rosario creyó ver por el retrovisor la silueta de mi abuelo y le dijo a Jorge que arrancara, lo cual hizo éste, buscando otra calle donde continuar con lo que estaban haciendo, ahí las caricias se hicieron más intensas, ella aceptó meterse la verga en la boca, mientras el jugueteaba con sus nalgas y su coño, el vestido casi en la cintura, con las nalgas expuestas, sin embargo, el temor de ser vistos no la dejaban concentrarse, Jorge tenía la clara intención de coger y ella también lo ansiaba pero no en ese lugar.
    
    La excitación llegó a tal grado que ella aceptó, se quitó el calzón dejándolo en el asiento, él se pasó a su asiento para colocarse encima cuando ella le preguntó si tenía condones, y, pues no, Jorge no los había comprado, ella puso las manos en su pecho diciéndole que así no, empujándolo, Jorge aceptó de mala gana aunque no dejó los manoseos, seguramente esperando que la excitación de ella la hiciera aceptar.  Fueron varios minutos en que las manos de él recorrieron su pucha, entraron en ella, la hicieron mojarse hasta que se atrevió a meter un dedo en el culo, Rosario se sorprendió, pero sentir un dedo en la pucha y otro en el culo la excitó cada vez más, levantó las piernas para sentir esa nueva sensación que hasta ese momento se había prohibido.
    
    Nunca pensó que disfrutaría algo dentro de su culo, le habían contado que era doloroso y sucio, pero el grado ...
    ... de excitación que ya tenía sólo le permitía gozarlo. Se vino nuevamente en la mano de Jorge quien tenía fuera la verga completamente erecta, su cabeza húmeda brillaba.
    
    Rosario sin pensarlo se pasó al asiento de atrás invitando a Jorge a hacer lo mismo, éste, sin tardanza, la imitó, Rosario se hincó en la orilla de asiento, recargando el pecho en el asiento, levantando las nalgas, era una clara invitación a estar dentro de ese culo que hasta ese momento le había vedado a Jorge.
    
    Jorge trató de ponerse de pie, pero la incomodidad causada por la altura de la van se lo impidió, así que se las arregló para colocarse casi encima de Rosario, y metió su verga en el coño, Rosario se revolvió, no era lo que ella quería, tenía temor a quedar embarazada, logró sacar la verga y se sentó molesta, le dijo que era muy riesgoso hacerlo sin condón, Jorge entendió perfectamente y con el temor de que no se presentara nuevamente la oportunidad de disfrutar ese culo que le gustaba tanto, volvió a la carga, consiguió encender nuevamente a Rosario quien no soltaba la verga, moviendo con desesperación de arriba abajo.
    
    Jorge le propuso que bajaran, acomodó la van en la acera junto a una pared, la excitación pudo más que el temor, ambos bajaron, Jorge abrió la puerta que había quedado junto a la pared, ayudó a Rosario a hincarse en el piso de la van, levantó sus nalgas y empezó a tratar de meterla, tras varios intentos logró entrar un poco, Rosario empezó a sentir un ligero dolor que aumentaba ...