1. Lupita mi tía postiza. Historias de mi tía Rosario 1


    Fecha: 10/12/2020, Categorías: Hetero Tus Relatos Autor: Follet, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X

    Después de varios encuentros con Lupita, intimamos más, le pregunté de su relación con mi papá, mis tíos y mi tía Rosario, como ya he contado, su presencia fue muy familiar desde que tengo uso de razón, es 17 años mayor que yo.  Me contó que sus padres fueron vecinos y muy buenos amigos de mis abuelos, que mis tíos y ella crecieron juntos y que por razón natural se hizo más cercana a mi tía Rosario.
    
    ¿Quieres mucho a Rosario, verdad? Me preguntó, “pues claro que si”, “¿y qué tanto la conoces?”, “pues ella me cuidaba cuando era niño, imagínate”, “no, no, me refiero a si realmente sabes cómo es ella”, “ah, pues es buena hija, se lleva bien con mi papá y con mis tios, mis primos y mis hermanos la quieren mucho, trabaja mucho, le va bien”, “si, es cierto todo eso, yo también la quiero mucho y la conozco más que ustedes”, “supongo que si, son amigas y seguro hay cosas que nosotros no sabemos”, “huuuy, y que cosas, hay unas buenísimas”, “¿de verdad?, cuéntame”, “no, ¿para qué?, son cosas de amigas”, “¿travesuras?”, “jajajaja, más que eso”, “anda, cuéntame”, “no, no, ¿para qué?”, “pues para saber más de mi tía”, después de estarla atosigando accedió a contarme algunos secretos que seguramente nadie de la familia conocía.
    
    Eran tan ricas las historias, que a veces me resultaba difícil aceptar que hayan sido verdaderas, lo cierto es después de escucharlas, el morbo me hacía coger con mas excitación con Lupita.
    
    La primer historia fue cuando por poco mi abuelo descubre a Rosario ...
    ... cogiendo con su primer novio casi frente a su casa, según le platicó mi tía a Lupita.
    
    Jorge fue el primer novio de Rosario, empezaron a salir cuando ella tenía casi 18 años, fue casi dos años después que él la desvirgó en un hotel del sur de la Ciudad, ella aceptó hacerlo con temor natural, con curiosidad y con mucha calentura, según ella, fue riquísimo, no hubo dolor ni sangre como le había dicho que había en esos casos, ahí tuvo su primer orgasmo y Jorge se vino 3 veces, siempre con protección.  A partir de ahí le ganó la cachondez, buscaban hacerlo en cualquier lugar cuando no había dinero para un hotel, siempre de manera rápida, generalmente en la casa de los papás de él o en la casa de mis abuelos.  Coger se había convertido en un vicio para los dos.
    
    Un buen día, Jorge consiguió que su papá le prestara su van, gastó casi todo su dinero en ponerle gasolina así que no alcanzo para un hotel, toda la tarde se la pasaron recorriendo la Ciudad, todo el tiempo él estuvo hurgando debajo de la falda de Rosario, haciéndole humedecer la pucha, la mano de ella descansaba en su verga, oprimiéndola, acariciándola, los besos eran cada vez más desesperados, la excitación de los dos iba cada vez más en aumento.
    
    Ya sin luz del día se estacionaron cerca de la casa de los abuelos, en una calle sin mucho tránsito, dieron paso a las caricias que se fueron convirtiendo en manoseos, los dedos de él dentro de su coño, entraban y salían, así se vino una vez, en la mano de él, Jorge sacó ...
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